«Una educación pública que incluya y apoye a todo el alumnado, sin discriminaciones ni recortes disfrazados», esto es lo que exige la Federación de Autismo Andalucía tras conocer los términos del convenio que ha puesto encima de la mesa la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Según la Federación, las modificaciones del convenio plantean cambios en la regulación de la presencia de apoyo educativo en las aulas para el alumnado con autismo.
«Este convenio se estableció en el 2007 y el objetivo inicial era dar apoyo a una serie de casos específicos que tenían muchas dificultades a la hora de conseguir esos apoyos». Así lo explica la Directora Técnica de la Federación, Rosa Álvarez. Cuando se estableció el convenio había 30 casos, ahora hay más de 800 en Andalucía, y aunque «ha habido muchas renovaciones del convenido, no se ha solucionado el núcleo base, que es que los niños con autismo tienen derecho a una escolarización con todos los apoyos que necesitan». Es por ello que desde la administración proponen que sean las propias familias de los alumnos con autismo quienes lleven a clase su propio personal de apoyo, «algo que es un parche y un gasto para las familias, que están reconociendo en redes sociales que les pagan».
Esto se traduce en una economía sumergida, “es una situación que no queremos que se continúe en el tiempo porque en el momento en el que haya cualquier problema ¿quién va a ser el responsable ante estas situaciones?” Es por ello que desde la Federación quieren que se haga una revisión de los apoyos que tienen los chicos con TEA actualmente en el aula, y que no sea un gasto para las familias ni una responsabilidad “que no les corresponde”
Alternativas
Esta entidad, ha pedido una reunión con la consejera de Educación para tratar el tema y para proponerle varias alternativas al convenio, una petición para la que aún no han recibido respuesta. Se trata de diferentes mecanismos y propuestas a estudiar para mejorar la calidad de vida de estos niños y su derecho a una educación igualitaria y todas parten de la base de que “los recursos los tiene que poner la Administración y no tienen que correr a cargo de las familias”. Por ello, proponen:
- La creación de una nueva figura profesional de apoyo. “Monitor de Inclusión TEA”, con perfil multidisciplinar y adscripción reglada.
- Ampliación del número de plazas de PTIS. Valoración de la situación del alumnado participante en el convenio, empezando por los casos con mayores necesidades, garantizando atención directa, continua y especializada.
- Licitación pública de un servicio de monitores especializados. Que permita la incorporación de personal formado en TEA y otras necesidades de apoyo.
- Sistema de becas o ayudas directas a familias. Para que las familias puedan sufragar la contratación de profesionales especializados de apoyo educativo y social.
- Línea de subvención a entidades sociales. Para implementar servicios de apoyo a la inclusión en centros educativos en coordinación con los equipos docentes.
- Convenio con entidades del tercer sector con dotación presupuestaria. Que permita articular un modelo de colaboración entre la Consejería y las entidades que presten el servicio, con garantías de calidad, estabilidad y gratuidad para las familias.
Transitoriedad para el curso 2025-2026
Además, solicitan que la Consejería garantice, mediante compromiso por escrito, una fase de transición de un curso escolar (2025-2026) con mantenimiento parcial de los apoyos actuales o articulación de medidas puente. «La transitoriedad tiene que venir asociada a un compromiso por parte de la Administración de algún cambio, porque si no seguimos perpetuando la situación año tras año y esta situación es muy dura para las familias». «Nuestra reivindicación es que los alumnos con Autismo necesitan una serie de apoyos y es insostenible que la responsabilidad caiga en un voluntario, porque qué pasa si hay algún tipo de accidente, ¿Quién es responsable?», se pregunta Rosa Álvarez.
Según nos cuentan desde la Federación, hay familias muy enfadadas, otras que no lo comprenden o que acusan a las asociaciones , incluso otras que lo aplauden. «Es un momento malo para la federación, para las asociaciones y, por supuesto, para las familias y sus hijos», apuntan.
La propuesta básica de la Federación ha sido siempre la más inclusiva posible para cada niño, pero la inclusión «no significa soltar al niño en el aula sin más apoyo para que la profesora atienda las necesidades particulares de ese niño y las de todos los demás», explica la directora. Además, asegura que han pedido a la consejera una reunión y «estamos pendientes de que nos reciba para transmitirle esto con el mayor afán negociador y el menor afán de confrontación posible, porque esa es la idea».