El Bioparc de Fuengirola sido testigo de un emocionante acontecimiento y que supone todo un hito en materia de conservación de la fauna: el exitoso nacimiento de dos polluelos de cálao gorginegro, una especie amenazada que habita en los bosques tropicales del Sudestes asiático y cuyo proceso reproductivo requiere de complejos y meticulosos cuidados.
Lo extraordinario del acontecimiento va más allá del nacimiento de estos dos polluelos. Para su consecución, los equipos de Veterinaria y Zoología del parque han tenido que recrear y adecuar los espacios para permitir el proceso de cortejo y apareamiento de estas aves, así como implementar mejoras en sus cuidados.
Un cortejo y anidación muy particulares
Los cortejos de esta especie resultan fascinantes y están llenos de rituales. Las hembras son muy selectivas y el macho debe demostrar su valía a través de juegos y ofrendas de alimento. Una vez que la hembra acepta al macho, se aparean y, si todo sale bien, ella se refugia en la cavidad del árbol para poner sus huevos, sellando el nido para protegerlo de depredadores.
Con respecto al nido, el cálao gorginegro utiliza los troncos huecos de los árboles. Allí la hembra se refugia durante el periodo de anidación, que puede durar hasta cuatro meses. En este espacio cerrado, la madre incuba los huevos y cuida de los polluelos, mientras el padre se encarga de proporcionar alimento a través de una pequeña ranura. Este delicado equilibrio es crucial, ya que la supervivencia de la madre y los polluelos depende completamente del padre. Si él muere, la familia lo hará también.
Los cuidadores intensifican la vigilancia
Aunque ambos nacieron a finales de junio, ha sido ahora cuando la madre ha decidido salir del nido. Desde el primer momento el contacto entre padres y polluelos fue bueno y las reacciones entre ellos también, aunque el equipo de cuidadores debe ahora extremar la vigilancia ante posibles agresiones entre polluelos, algo común en la especie en este periodo.
Por este motivo, la vigilancia de la familia se ha intensificado, antes a través de la cámara de videovigilancia instalada en el techo del nido y, ahora, directamente desde el mismo punto de visión que tiene el público que visita el parque.
Desde 2018, Bioparc Fuengirola amplió el número de programas de conservación ‘ex situ’ en los que participaba dentro de la EAZA, con tres EEP dedicados a la preservación y protección de tres especies de cálaos: el cálao bicorne, el cálao de Papúa y el cálao gorginegro. Estas se sumaban el cálao de las Bisayas. Con estos cuatro programas de conservación y los nacimientos de cálaos de las Bisayas y gorginegro, el parque de animales malagueño se sitúa como el más activo de España en su conservación, albergando cuatro de las dieciséis especies descritas hoy día.