Cuatro meses después de que la carretera A-397 entre Ronda y San Pedro de Alcántara, conocida como la ‘carretera del pan’ fuese cortada al tráfico por el desprendimiento de un talud sobre un puente a la altura de Benahavís debido a las lluvias, la Junta de Andalucía ha anunciado que reabrirá el próximo 14 de julio.
Eso sí, reabrirá al tráfico de manera parcial y la Consejería de Fomento continuará con los trabajos con la carretera ya en servicio. En este fase, se realizarán medidas adicionales de sostenimiento del talud y un refuerzo del muro de hormigón existente.
A través de una nota de prensa, desde la Junta han destacado que el ritmo de las obras, con trabajos de lunes a domingos -incluso de noche- ha permitido adelantar unas semanas los plazos y poder abrir uno de los carriles de circulación para ofrecer tráfico alternativo.
La fecha de reapertura llega después de que la semana pasada se avanzaran en las tareas de reconstrucción de la carretera dañada por los graves desprendimientos de ladera sufridos por las lluvias torrenciales de la dana del pasado mes de marzo.
La semana pasada se culminó el hormigonado del tablero y, previamente, se habían instalado las vigas de los cuatro vanos de la estructura, se había completado el armado del tablero y se habían colocado las prelosas. En los próximos se desarrollarán las últimas tareas para habilitar este carril al tráfico, como son la barrera de defensa lateral, el firme, el drenaje y la señalización correspondiente.
Una vía estratégica
La consejera de Fomento, Rocío Díaz, ha destacado que la Junta «se había comprometido a acortar los plazos y así ha sido, poniendo todos los medios a nuestro alcance para restablecer el tráfico en una vía estratégica para la actividad económica y social de la Serranía de Ronda».
«No se han escatimado esfuerzos, con trabajos de lunes a domingo, e incluso de noche», ha subrayado la consejera del ramo, que se ha mostrado agradecida por la paciencia de los vecinos de la zona durante el corte de la carretera.
Además, Díaz ha ahondado en la complejidad de las obras, que han contado con una inversión de 4,5 millones de euros y con empresas «punteras» en geotécnica y trabajos verticales. También ha señalado que los trabajos continuarán, pero ya con uno de los carriles abiertos.
Para reconstruir la carretera ha sido necesario antes ejecutar medidas para garantizar la estabilidad del talud, retirando todas las rocas inestables con maquinaria pesada, medios manuales con especialistas en trabajos verticales y, en último lugar, micro voladuras controladas. Asimismo, se han instalado membranas de contención en las zonas de cabecera e intermedia del deslizamiento y una pantalla dinámica.
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