Cinco comunidades de regantes del norte de la provincia de Granada han dado un paso histórico al unirse para crear la Comunidad General de Regantes del Negratín, una nueva entidad que aspira a modernizar el regadío, garantizar el agua y reactivar el desarrollo agrícola de las comarcas de Baza y Huéscar.
En el encuentro se firmaron los estatutos fundacionales que dan forma a esta nueva comunidad general, integrada por las comunidades de Santo Ángel (Zújar), Fuente de San Juan, Zabroja Zújar-Freila, Llanos de Caniles y Siete Fuentes-Negratín.
El objetivo común de esta unión es claro. Buscan gestionar de forma conjunta los recursos hídricos procedentes del embalse del Negratín, impulsar proyectos de modernización del regadío y consolidar un modelo agrícola sostenible que fije población y genere empleo en un territorio especialmente afectado por la despoblación y la sequía.
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Garantizar el agua y modernizar el regadío
La nueva Comunidad General de Regantes del Negratín gestionará los 18,5 hectómetros cúbicos de agua que las cinco entidades tienen reservados en el embalse del mismo nombre. Estos recursos permitirán consolidar y modernizar más de 6.000 hectáreas de regadío, esenciales para el mantenimiento de la actividad agrícola en una zona que depende casi por completo de la disponibilidad hídrica.
Según sus promotores, el proyecto podría movilizar una inversión total cercana a los 70 millones de euros, con la creación de unos 1.700 empleos directos y la consolidación de otros 2.500, cifras que reflejan el potencial transformador de la iniciativa para toda la comarca.
La comunidad general impulsará proyectos de riego y abastecimiento tanto en alta como en baja presión, así como obras de modernización de infraestructuras que mejoren la eficiencia del uso del agua y reduzcan las pérdidas en los sistemas actuales. También trabajará en la gestión sostenible de los acuíferos, en un contexto en el que varias masas de agua subterránea de la zona han sido declaradas en mal estado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Desde Cooperativas Agroalimentarias de Granada y la asociación provincial A-Regar, que agrupa a todas las comunidades de regantes, se valoró la iniciativa como “una noticia de esperanza y futuro para todo el Altiplano”, recordando que el agua es “una oportunidad real para fijar población, generar empleo y asegurar la viabilidad de la agricultura y la ganadería de la zona”.
Durante la jornada también se abordaron cuestiones clave sobre la situación hídrica actual, los proyectos de infraestructuras en marcha y las perspectivas de colaboración con las administraciones públicas. En este sentido, las comunidades reclamaron agilidad en la tramitación de autorizaciones y financiación pública para acelerar la ejecución de los proyectos previstos.
Compromiso con el futuro del territorio
Las intervenciones institucionales coincidieron en destacar el valor de la cooperación entre comunidades como modelo para afrontar los desafíos del cambio climático y la escasez de agua.
Además, los participantes coincidieron en que esta unión no solo responde a una necesidad técnica, sino también a una visión de futuro que busca frenar la despoblación rural y promover un modelo productivo más sostenible.
El nuevo ente será el encargado de coordinar proyectos conjuntos, planificar infraestructuras hidráulicas y servir de interlocutor único ante las administraciones, lo que facilitará la obtención de ayudas y la gestión de recursos.
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