La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a siete integrantes de un grupo criminal dedicado al tráfico internacional de drogas, liderado desde una prisión en Bélgica. Según la sentencia, uno de los acusados, con un papel destacado dentro de la organización, impartía órdenes desde el centro penitenciario en el que cumplía condena.
La investigación, iniciada tras una inspección rutinaria de la Guardia Civil a un camión en la A-45, permitió incautar más de 419 kilos de hachís valorados en 2,6 millones de euros. A partir de ahí, los agentes descubrieron que la red utilizaba camiones, empresas de mensajería y viviendas en Mijas y Málaga capital para ocultar la droga antes de enviarla a varios países europeos.
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El grupo continuó su actividad pese a las primeras detenciones. De hecho, en Francia se interceptaron 1.300 kilos de hachís con destino a Dinamarca en un vehículo vinculado a la red, y en otro envío se localizaron 30 kilos escondidos en un sofá con destino al Reino Unido. Posteriormente, se descubrió otro cargamento de sillones que ocultaban más de 16 kilos de cannabis rumbo a Suecia.
La sentencia considera “palmariamente acreditada” la participación de los acusados en la distribución de marihuana y hachís mediante una logística que incluía el alquiler de vehículos, la creación de empresas pantalla y el uso de naves para almacenar la mercancía. Cuatro de los principales acusados han sido condenados a tres años y tres meses de prisión y multa, mientras que el resto recibieron penas de entre nueve meses y dos años de cárcel.
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