El jurado popular que enjuicia desde este lunes el crimen de Los Yesos ha sido constituido por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada. Los hechos ocurrieron en Los Yesos, una localidad de Sorvilán, en 2022 y perdieron la vida degollados el dueño de un cortijo, tras ser torturado, junto con su compañera sentimental, que también fue agredida sexualmente. Por estos hechos hay cuatro jóvenes acusados, que se enfrentan a una petición del fiscal que incluye la prisión permanente revisable para dos de ellos
Tras tomar juramento a los jurados y la lectura de los escritos de conclusiones provisionales de las partes, que han dejado en evidencia que estos dos últimos presentan una versión de los hechos que difiere de la de los otros dos, en cuanto al alcance de la presunta responsabilidad que tendrían en los hechos, el representante de la Fiscalía ha dado inicio a las presentaciones de los representantes de las acusaciones y las defensas ante el tribunal que habrá de dictar veredicto.
Los cuatro acusados del crimen de Los Yesos serán juzgados con jurado popular este noviembre
En el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía se detalla que los procesados, con edades entre los 32 y los 22 años, dos de ellos de nacionalidad marroquí y en situación administrativa irregular en el momento de los hechos – el 20 de abril de 2022-, están acusados por la presunta comisión de delitos de asesinatos, detenciones ilegales y robo con violencia en casa habitada, agresión sexual, lesiones, tenencia ilícita de armas, y contra la seguridad vial, todos ellos con la agravante de disfraz.
Las defensas de los dos acusados de origen marroquí, de 29 años, plantean en este juicio que los autores últimos de los asesinatos no habrían sido ellos, que habrían actuado «obligados» por la costumbre propia de su cultura de guardar «obediencia a un mayor» y temiendo incluso por su integridad física, cuando sólo habrían ido al cortijo para un robo, y no para «matar a nadie».
En contraposición, las representaciones procesales de los dos procesados con DNI español vienen a plantear el «miedo» que habrían tenido a delatar a los otros dos como supuestos autores de los asesinatos, en la línea de lo que plantea la Fiscalía, y que, aunque no estaban de acuerdo con el modo en que se habrían conducido, no habrían tenido opción de huir, habiendo de «seguir y obedecer» instrucciones. Posteriormente habrían ayudado con sus testimonios a la aclaración de los hechos, mantienen los acusados españoles.
Crimen en Los Yesos
En la tarde del 20 de abril de 2022, los cuatro acusados, según el relato provisional de la Fiscalía, supuestamente «con ánimo de ver incrementado su patrimonio y tras haberlo ideado días antes, decidieron de común acuerdo acudir al cortijo» para «sustraer cuanto de valor hubiese».
Para ello, y con el fin de ultimar los detalles del plan y la forma de ejecutarlo, los cuatro se habrían reunido en el domicilio de dos de ellos para sobre las 18.30 horas salir a bordo de un vehículo «todos ataviados con vestimentas oscuras para pasar más desapercibidos y pertrechados con pasamontañas, guantes, cinta adhesiva, dos machetes, un revólver y una pistola artesanal».
Media hora después accedían, al parecer, tras forzar al parecer una ventana lateral al cortijo, llegando el dueño sobre las 20.00 horas. Tras supuestamente forcejear «con violencia» con él para «obligarle a que entrase en el inmueble», lo habrían atado «con la cinta adhesiva de pies y manos, le sentaron en una silla y le taparon con una prenda de vestir la cabeza» para empezar a torturarlo exigiéndole «que les entregase dinero».
Unos 20 minutos después llegaba la compañera, con quien habrían actuado de manera similar, si bien a ella no la llegaron a golpear, hasta que la trasladaron a una cama donde dos de ellos la habrían agredido sexualmente en presencia de los otros dos, quienes «asistieron complacientes».
Igualmente, y dado que el hombre «insistía en que no tenía dinero, los acusados, enojados y frustrados por no lograr su propósito, decidieron cumplir con sus amenazas y acabar con su vida, para lo cual, tras levantarle de la silla en la que estaba sentado», le habrían conducido «hasta el cuarto de baño, donde, sin desatarle en ningún momento, lo colocaron entre todos ellos tumbado boca arriba en el interior de la bañera», donde habría de ser degollado tras volverle a torturar «llegando incluso a verter sobre su rostro una botella de lejía».
Habrían ejecutado materialmente los hechos, según el fiscal, los dos procesados en situación irregular aceptando los otros dos «aquel desenlace» mientras permanecían «en una actitud pasiva y vigilante en la puerta del cortijo» pese a «oír ambos las súplicas y gritos» del hombre que habría de morir de forma inminente.
Tras envolver el cadáver entre los cuatro «en un edredón» y trasladarlo «a la parte trasera» de la furgoneta en que había llegado el hombre, procedieron de forma similar con su compañera sentimental, procedieron a limpiar y a conducir el vehículo hasta un barranco, «donde manteándolos lanzaron los cuerpos por una pendiente muy pronunciada, dejándolos abandonados».
En la alocución con la que se ha presentado ante el jurado este lunes en la Audiencia Provincial, que tiene previsto proseguir con el juicio con las declaraciones de los acusados y el inicio de las testificales este martes, el fiscal ha aludido a que los acusados, entre los que ha apuntado que hay uno que es hijo de una anterior pareja sentimental del dueño del cortijo, fueron denunciados por este por varios robos anteriores.
Pensaban en un botín «mucho mayor»
De este modo, habrían actuado en el día de autos pensando que podían conseguir un botín «mucho mayor», ha señalado el representante de la Fiscalía, que interesa inicialmente la prisión permanente revisable para los dos supuestos coautores del delito de asesinato de la mujer, que se habría cometido tras el ilícito contra la libertad sexual de la víctima.
Se contempla también la agravante de haberse cometido para «evitar descubrimiento» de un ilícito previo, que en este caso sería la muerte violenta previa de la pareja, y buena parte del resto de hechos que se juzgan. Lo habrían hecho, detalla el fiscal en su escrito, para «no dejar testigos» y «así evitar ser descubiertos».
No contempla en este extremo el ministerio público la agravante de ensañamiento, como en el caso del hombre, pero sí la de alevosía, al igual que en la presunta comisión del asesinato de él, por el que el fiscal pide un total de 25 años de prisión para estos dos individuos en situación irregular.
Para los dos supuestos cómplices, dos españoles de 32 y 22 años, la Fiscalía pide por la presunta comisión del asesinato del hombre un total de doce años de prisión y por el de la mujer, 22.
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