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CSIF pide tolerancia cero frente a las agresiones a profesionales y exige al SAS medidas para garantizar la seguridad en los centros

  • El sindicato, con motivo del Día europeo contra las agresiones al personal de la sanidad, reclama más vigilancia privada para prevenirlos y que ésta cuente con financiación propia y no supeditada al presupuesto general de los centros
  • Reivindica además que se potencie la figura del trabajador social como nexo de comunicación con colectivos potencialmente conflictivos

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, primera fuerza sindical multiprofesional del Servicio Andaluz de Salud, ha instado al SAS a que implemente con celeridad medidas que son urgentes para que los profesionales de la sanidad pública andaluza se sientan seguros en el desempeño de su trabajo frente a posibles agresiones.

Según los últimos datos facilitados por la Consejería de Salud y Consumo en la Mesa Técnica de Prevención de Riesgos Laborales, en 2022 se registraron 268 agresiones a profesionales del sector sanitario en la provincia de Málaga (1.494 en Andalucía), un 43% más que en 2021, cuando se registraron 187 episodios de este tipo. CSIF pide tolerancia cero ante esta realidad, con unas cifras preocupantes, y reclama actuaciones concretas de manera urgente por parte de la Administración.

Tras la reunión de seguimiento del Plan de Prevención y Atención frente a agresiones a profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía celebrada esta semana, coincidiendo con la celebración del Día Europeo contra las agresiones al personal de la sanidad, CSIF se congratulado por las medidas anunciadas por la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, como la creación de un Observatorio de Agresiones o la implementación de un régimen sancionador sobre agresiones en la Ley Andaluza de Salud Pública, entre otras.

No obstante, reclama concreciones y celeridad en la puesta en marcha de éstas y de otras medidas que son imprescindibles para que nuestros profesionales cuenten con los instrumentos y los recursos adecuados para que puedan hacer su trabajo estando protegidos y teniendo la sensación de que lo están.

En concreto, una de las propuestas de CSIF, y sobre la que la Administración no se ha pronunciado, es que se potencie la vigilancia privada en los centros sanitarios públicos andaluces como medida activa de prevención ante las agresiones a profesionales. El sindicato pide la creación de una partida presupuestaria centralizada y destinada en exclusiva a la vigilancia de las instalaciones sanitarias, de manera que los recursos que se dediquen a este fin, y cuyo objetivo último es la protección de los profesionales, dejen de estar supeditados a que los centros cuenten con más o menos presupuesto económico.

A juicio de la central sindical, la vigilancia debe estar garantizada y no condicionada a otros gastos o prioridades que deban atender los centros sanitarios, tanto en Primaria como en Especializada. De esta forma, se conseguiría también una mayor equidad en el recurso y se evitarían desigualdades entre los distintos centros.

El Sector de Sanidad de CSIF ha visto con buenos ojos la modificación de la Ley Andaluza de Salud Pública anunciada por la titular del ramo con el objetivo de que incorpore un régimen sancionador sobre estas conductas reprobables, que en la mayoría de los casos son verbales con insultos y amenazas, pero que también son agresiones físicas con agarrones, zarandeos y golpes. Esta ha sido otra de las demandas históricas de CSIF, que ahora la Administración se ha comprometido a llevar a cabo.

La central sindical defiende que bajo ningún concepto se normalicen estas conductas que sufren los trabajadores de la sanidad pública, que además siempre son más de las que se reflejan en las estadísticas, porque muchas víctimas nos las comunican oficialmente. También insiste en la suma transcendencia de la celebración de las reuniones trimestrales en las delegaciones territoriales con los distintos interlocutores.

Además, la central sindical aboga por potenciar el papel de los profesionales guía (que son los encargados de hacer el acompañamiento a los profesionales que han sufrido una agresión) y también de los trabajadores sociales como agentes claves en la comunicación con los colectivos más conflictivos en determinadas zonas, tal y como lo refleja el Plan de Agresiones.

CSIF muestra su disposición a seguir trabajando conjuntamente con la Administración y a colaborar en todo lo posible para que se ofrezcan soluciones a los profesionales del sistema sanitario público que acaben con esta lacra, al tiempo que pide urgencia y agilidad en las medidas que se han anunciado que se van a poner en marcha por parte de la Administración sanitaria.

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