El tiempo:
101TV

De los sistemas hospitalarios a la literatura: el ingeniero malagueño que escribe cuentos

De los sistemas hospitalarios a la literatura: el ingeniero malagueño que escribe cuentos

Miguel Ángel Jiménez ha dedicado gran parte de su vida profesional al mundo de la tecnología, pero también cultiva una faceta creativa muy distinta: escribe cuentos, novelas y relatos para jóvenes y adultos. En esta entrevista nos cuenta cómo compagina su trabajo técnico con la escritura, y por qué recientemente decidió donar uno de sus libros a los niños hospitalizados con el único fin de hacerlos soñar.

—La figura del ingeniero en hospitales no es tan conocida. ¿Qué importancia tienen las tecnologías  en el ámbito sanitario hoy día?
—Las tecnologías se han convertido en algo indispensable, es como la luz o el agua. Tú no te lo planteas siquiera. Tú estás en tu casa, tienes luz, tienes agua, tienes tu contrato de luz, de agua y no te preocupas. En un hospital pasa lo mismo. Todo tiene que estar informatizado, todo funcionando y nadie se plantea que si eso no está, nada funciona. Bueno, sí se lo plantean cuando falla, obviamente. Y es cuando se dan cuenta de lo necesario y lo útil que son los sistemas de información hoy en día, que no podemos hacer nada sin que funcionen los sistemas informáticos.

—Es ingeniero, pero también escribe ¿Cómo empieza esa afición?
—Llevo muchísimos años trabajando en tecnología, empecé a trabajar en una empresa del Parque Tecnológico en el 97 y con el tiempo entré en un proyecto en el Hospital Costa del Sol, y ahí prácticamente es donde he hecho mi carrera, hasta el 2023, que me pedí una excedencia, y he estado dedicado a muchas cosas, gestión de proyectos, desarrollo, gestión del departamento…Al margen de eso, siempre he tenido la afición de desarrollar juegos, y en 2012 escribí un cuento, un primer cuento para mi hijo, pero el primer libro me lo planteé un poquito más tarde, que fue el de ‘Sonría a la Cámara’, y a partir de ahí me picó el gusanillo y digo, me gusta, voy a seguir.

—Durante la pandemia llegó la novela.
—Durante la pandemia escribí una novela histórica, basada en la historia de mi familia, que es ‘Vivir entre dos orillas’, pero ese libro es serio, narra un poco la vida durante la Guerra Civil Española en las costas españolas y marroquíes, y cómo algunas personas fueron a las costas marroquíes, otras se quedaron en las costas malagueñas o andaluzas.

—¿Y ahora tiene otro libro terminado?
—Después de ese libro empecé a escribir otro, que está terminado y yo espero sacarlo este año, lo que pasa es que ese libro es bastante más tocho, bastante más importante, y necesita más trabajo de corrección, revisión, y en ello está. Así que mientras tanto dije, pues yo que tengo ganas de escribir otra cosa, y fue cuando escribí ‘La Tecnopandilla’ y ‘El misterio de la bomba embrujada’, porque tenía ganas de escribir algo para chavales, para jovencitos, para niños de la edad de mi hijo.

—Y también ha escrito un cuento muy especial: ‘El niño que no sabía soñar…’
—Es un cuento pequeñito, para niños entre 5, 6, 7 años…y he donado unos cuantos ejemplares al hospital aprovechando que fue el ‘Día del Niño Hospitalizado’, y todavía me gustaría donar algunos más al Materno.

Un apoyo para los más pequeños

—¿Cree que este libro puede ayudar a los niños hospitalizados?
—A los que están en el hospital y a los que no. Ellos tienen alguna biblioteca, entonces yo lo que he hecho es llevar libros para que tengan la posibilidad de entretenerse también con los libros. Aparte, este cuento es un cuento que lo he escrito un poquito para ayudar a los niños que están un poquillo depres, o que no tienen mucha fe en sí mismos, pues a darse cuenta de que tienen muchas posibilidades y que ellos pueden llegar mucho más lejos de lo que ellos se creen.

—¿Se considera un escritor infantil? ¿Es su público principal?
—Si te soy sincero, tampoco me lo planteo. Yo escribo lo que me va apeteciendo. Los cuentecitos, pues entiendo que lo van a leer los niños, o los padres se lo leen a los niños. Y las novelas históricas y demás, pues obviamente mis familiares y amigos las han leído, porque son los primeros que las leen. Luego habrá otras personas que las hayan leído. Yo lo hago porque me gusta, porque me apetece, como hobby, y ya está.

—¿Tiene alguna rutina para escribir?
—Cuando termino un libro, intento disfrutar del proceso del libro. Ahora ya lo he terminado, ahora vamos a hacer todo su proceso de la maquetación, la publicación, la venta, y la presentación, que ahí disfruto mucho. Y cuando me pongo a escribir, el escribir es como meditar, porque es la manera de meterte en tu burbuja y que nadie te moleste. Mientras estás concentrado en eso, aunque tengas problemas, aunque tengas otras preocupaciones, se te van y te centras en tu historia, en tu libro. Y a mí eso es lo que me sirve.

Libros escritos por el autor malagueño. FIRMA: ALBA TENZA
Libros escritos por el autor malagueño. FIRMA: ALBA TENZA

—Y entre toda esta creatividad hay campos como la Inteligencia Artificial que cada vez se va adentrando en más ámbitos.
—La inteligencia artificial yo creo que ha venido para quedarse. Hay mucha gente que está asustada porque es verdad que hace cosas fascinantes. Una herramienta, eso sí, que puede ayudarnos mucho a agilizar procesos, pero tampoco es algo que venga como para quitar el trabajo de la gente. Cuando salió el primer procesador de texto hace muchos años, la gente decía: “Uy, con esto veremos a ver si vamos a perder el trabajo los administrativos”. Y ahí están, han venido a usar esa herramienta y la siguen utilizando, una hoja de cálculo, una base de datos.

Con estas herramientas lo que sí es cierto es que vamos a poder agilizar mucho los procesos administrativos, los procesos repetitivos. Vamos a poder hacer de forma automática o semiautomática muchas de las cosas que antes hacíamos de forma manual, pero mucho más fácil, mucho más ágil. Pero, claro, tampoco podemos delegar totalmente en este tipo de herramientas.

—Y eso nos lleva también a una reflexión social, ¿no?
—Se habla también de la capacidad de reflexión y de crítica de la sociedad porque ya le pides que te haga una cosa y te la hace. Y a mí me da pena, sobre todo en los chavales, porque los chiquillos que están estudiando ahora en los colegios, en los institutos, incluso en las universidades, están tirando mucho de estas herramientas y precisamente lo que no hacen es esforzarse por hacer el análisis ellos, por hacer esa reflexión sobre los trabajos, sobre cualquier contenido que tienen que aprender.

Descubre más noticias de 101Tv en las redes sociales: InstagramFacebookTik Tok o X. Puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo informativos@101tv.es

 

Otras noticias de interés

Cuórum de los expertos con los minipisos: arquitectos apoyan una medida que viene de lejos

Manuel García

45 años de Pac-Man, el secreto de un videojuego sencillo hasta el temido ‘nivel 256’

Natalia Baena

Los vecinos de Churriana se manifiestan este sábado contra el Centro de Menores Infractores

Sebastián Jarillo