La campaña del IRPF de 2026, que revisará los ingresos obtenidos durante 2025, incorporará una novedad que afectará directamente a las personas en paro. Por primera vez, todos los beneficiarios de prestaciones o subsidios por desempleo estarán obligados a presentar la declaración, sin que importe el importe percibido.
La medida procede de la reforma del subsidio por desempleo aprobada en noviembre de 2024. Aunque su aplicación se retrasó, finalmente será efectiva en la próxima campaña. Con este cambio, dejan de aplicarse los límites generales que eximían de declarar -22.000 euros con un solo pagador o 15.876 euros con varios- cuando se trata de ingresos procedentes del desempleo.
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Según las estimaciones oficiales, la nueva obligación alcanzará a alrededor de 1,8 millones de personas que reciben algún tipo de ayuda por desempleo. Desde el Ministerio de Hacienda, dirigido por la vicepresidenta y ministra María Jesús Montero, se defiende la decisión como un paso para reforzar el control fiscal y la transparencia en el sistema de prestaciones.
No cumplir con esta obligación puede acarrear sanciones importantes. Si la declaración resulta a pagar y no se presenta, el afectado puede perder la prestación y afrontar multas que van del 50 % al 150 % de la deuda. En los casos en que la declaración salga a devolver, la falta de presentación puede suponer una multa de hasta 200 euros. Hacienda dispone además de cuatro años para comprobar la situación tributaria.
La campaña de la Renta 2026 comenzará en abril y concluirá en junio, con un calendario algo más corto que el del ejercicio anterior. Ante este escenario, se aconseja a los perceptores de desempleo preparar con antelación la documentación necesaria para evitar problemas con la Agencia Tributaria.