Es el chico de oro actual del planeta fútbol. De Marbella a la galaxia Real Madrid. Hasta hace no muchos meses era el ‘desconocido’ Huijsen (como sonaba) hasta que él mismo dijo que su nombre sea pronunciaba algo así como ‘Jausen’. Este canterano del Málaga que se ha convertido en el primer fichaje que presentan los blancos en la era ‘Xabi Alonso’ ha pasado en unos meses de ser un futbolista remoto para el gran público, un defensa que estaba en las conversaciones de panenkitas, exmalaguistas y los paladares más selectos entre los aficionados al balompié. Este chico tranquilo, casi zen, ha forjado su carácter de líder en los terrenos de juego entre la diversión de una infancia agradable en Marbella.
Pero ahora luce como titular de la Selección Española y ya hay ganas de verlo debutar con la elástica madridista. ¿Pero de dónde sale este ‘golden boy’ de 20 años nacido en Ámsterdam pero criado en la Costa del Sol? En este reportaje de 101TV nos adentramos en los orígenes del ‘pequeño’ Dean, un recorrido por la infancia de este imponente central de 1,95 de estatura el que descubrimos a niño maduro y noble que ha forjado una carrera internacional muy precoz. Un amigo de la familia, un compañero suyo en el fútbol base, un entrenador o su director en el Colegio Aloha de Marbella nos cuentan la historia de alguien que revelaba esta semana su madridismo de cuna. Descubriendo a Huijsen, un chico tranquilo, de rutinas, un ‘pequeño yoda’ dispuesto a romper todas las barreras que se pongan por delante.
Los orígenes: entre balones y camas elásticas
Mucho antes de que los ojeadores internacionales se fijaran en él, Dean ya llamaba la atención por su pasión por el fútbol, pero lo hacía en el parque de camas elásticas que gestionaban sus padres en Marbella. El viaje de 101 Televisión al círculo de Huijsen empieza de la mano de José Jubrique, amigo de la familia y ex trabajador del negocio: «Yo no recuerdo haberlo visto con otra camiseta que no fuera la del Málaga… y por supuesto, siempre iba acompañado de un balón», recuerda entre risas. «Siempre súper educado. Saludaba a todos los trabajadores. Era un niño muy noble».
Los primeros pasos futbolísticos de Dean Huijsen se dieron en las canchas de Marbella, donde comenzó a formarse en el club Costa Unida, un semillero local que supo potenciar su talento desde muy joven. Fue allí, entre entrenamientos y partidos, donde empezó a demostrar su capacidad defensiva y su inconfundible presencia física. Su progreso llamó pronto la atención del Málaga CF, club en el que continuó su formación y dio un salto importante en su carrera juvenil. En las filas malaguistas, Huijsen pulió técnica y disciplina, mostrando desde pequeño una mentalidad competitiva que le ha acompañado hasta convertirse en una de las grandes promesas del fútbol europeo.
Lo cierto es que Huijsen pasó su infancia – además de en la cancha de fútbol – entre colchonetas. Cuando terminaba de entrenar, él y sus amigos iban por las tardes al parque de la familia del joven futbolista. Así lo relata José Gil, más conocido como Núñez, íntimo amigo de Huijsen y excompañero de la cantera del Málaga: «Además, Dean celebraba allí sus cumpleaños y eran muy divertidos», cuenta.
Exigencia y compromiso
Pero, sin duda, donde Dean no dejaba indiferente a nadie era dentro de la cancha. «Era muy exigente. En los entrenamientos se lo tomaba tan en serio que a veces nos enfadábamos con él porque iba al choque con todo. Nos daba miedo porque nos sacaba una cabeza y media», cuenta entre risas. «Era bestial jugando. Pero como persona también, siempre ha sido como un hermano para mí», apunta.
Los torneos, los viajes y las concentraciones con el equipo marcaron la amistad de ambos jóvenes. Uno, en particular, se le quedó grabado a Núñez: «Estábamos en Portugal, y él se fue a dormir muy temprano, como siempre hacía. Pero se quedó encerrado en el ascensor del hotel y cuando conseguimos sacarlo, nos lo encontramos sentado en el suelo del ascensor como si nada, jugando con el móvil. Es una persona muy tranquila», relata.
Núñez también recuerda su nivel de compromiso desde pequeño: «Él tenía una rutina. A las nueve se iba a dormir, cuidaba mucho su alimentación y llevaba los entrenamientos a rajatabla, incluso en su casa. A veces me quedaba a dormir allí y se ponía a tirar faltas él solo o a correr por el campo que tenían montado en el jardín».
El sueño blanco
Fichado por el Real Madrid tras una brillante temporada en el Bournemouth inglés, Huijsen ha sido una apuesta personal del entrenador merengue, Xabi Alonso. El técnico valora su liderazgo silencioso, su sobriedad con el balón y su instinto para el juego aéreo. En Marbella, la noticia fue recibida como un triunfo colectivo. «La verdad es que se le veía venir», dice José Jubrique: «Ya con 11 años analizaba sus partidos, quería mejorar, corregir cosas. No era el típico niño que solo quiere jugar. Y eso hoy se nota».
Según el amigo de la familia Huijsen, la pasión de Dean por el fútbol era tan evidente como su admiración por Sergio Ramos: «A él quien le gustaba era Sergio Ramos. Yo le decía: ‘Fíjate en Piqué, que es más de tu estatura'», recuerda entre risas, en referencia a la llamativa altura del marbellí, 1,95 metros. «Quién le iba a decir que acabaría jugando en el equipo de su ídolo», añade Jubrique. Además, explica que el padre de Dean, Donny Huijsen, exdelantero en Países Bajos, quería que su hijo siguiera su camino en ataque. Pero su primer entrenador en el Costa Unida, Adam, vio algo distinto en él: «Tuvo que convencer al padre de que el niño jugaba mejor atrás. Y creo que ha tenido razón», añade José con una sonrisa orgullosa.
La vertiginosa irrupción de Dean Huijsen: «Todo ha ido muy rápido»
Por su parte, el que fue su entrenador en el equipo marbellí Costa Unida, resalta la » gran preparación mental» que Huijsen desarroba ya a sus nueve años: «Terminaba de entrenar y se quedaba con su padre dando pases de 20 metros. Otro niño se dedicaba a poner piedras en el jardín y él se dedicaba a eso. Ese carácter lo tiene porque lo trae de serie. Un líder. Con el paso de los años va a demostrar que es un líder en la Selección y en el Real Madrid»
Buen estudiante, líder y ambicioso
Antes de pisar los grandes estadios europeos, Dean Huijsen recorrió pasillos mucho más tranquilos, pero igual de decisivos. Lo hizo en el Colegio Aloha de Marbella, un centro británico internacional donde cursó su educación desde segundo de primaria. Allí, en un entorno multicultural y exigente, forjó no solo sus bases académicas, sino también su carácter.
Francisco Escobar, director del centro, lo recuerda con claridad: “Era muy amigo de sus amigos, una persona muy sociable, y con un liderazgo natural. No trataba de destacar por encima de nadie, pero destacaba por sí solo”. Según explica el docente, a medida que crecía, quedaba claro que su pasión por el fútbol era mucho más que una afición. A menudo, incluso cuando no le tocaba jugar, encontraba la forma de colarse en la pista. “Teníamos rotaciones para los campos de fútbol, pero Dean siempre estaba ahí, aunque no fuese su turno”, relata.
En las aulas, Huijsen se situaba en la media académica, aunque con un interés especial por asignaturas como Ciencias del Deporte, Educación Física o idiomas. «Aprendía idiomas con mucha facilidad», afirma Escobar. «Hablaba español, inglés, holandés… y cuando se fue a la Juventus, dominó el italiano en muy poco tiempo». Además, para el director del centro, la ambición del ahora central madridista era tan evidente como su respeto: “Dean se sentaba en mi despacho y hablaba de fútbol con una madurez impropia para su edad. Siempre muy educado, muy amable, y con una convicción brutal en lo que quería”, recuerda.
Tanto era así, que cuando el joven pedía permiso para salir antes del colegio para entrenar con el Málaga, Escobar dudaba: «No podía hacer excepciones. Al final, aunque el fútbol fuera su plan A, le decía que era importante tener un plan B, porque no es fácil triunfar en este deporte. Pero él me insistía en que su plan B era siempre su plan A. Hoy, viendo dónde está, tengo que reconocer que me equivoqué».
El boom del estrellato
El que fue su entrenador en el Málaga, señala la rapidez con la que el marbellí ha escalado en el mundo del fútbol profesional: «Todo ha ido muy rápido, a raíz de que lo convoca la selección todo se ha acelerado y todo el mundo ha podido ver su nivel. Técnicamente de pequeño no destacaba tanto, es donde más ha mejorado, y al final muchas circunstancias lo han puesto ahí».
Dean Huijsen se ha convertido en uno de los centrales más prometedores y cotizados del fútbol europeo. Nacido en Países Bajos pero criado en Marbella, donde dio sus primeros pasos en el fútbol base andaluz, el joven defensor ha escalado con firmeza y velocidad. A sus 20 años ya ha debutado con la Selección Española absoluta, ha dejado huella en la Serie A y se ha consolidado en la Premier League con el Bournemouth. Tras una gran campaña en la liga británica, el Real Madrid apostó fuerte por su talento y pagó su cláusula de 58 millones de euros para reforzar su defensa con un talento llamado a marcar una nueva era en la zaga blanca.
Huijsen ya viste los colores del Real Madrid: «Es el mejor día de mi vida, es un sueño estar aquí»
Coinciden con él José Jubrique y Núñez, que siguen en contacto con el ahora jugador madridista: «Estoy seguro de que va a llegar a lo más alto, aunque para mí, ya ha llegado», apunta su amigo de la infancia Núñez. De esta forma, Dean Huijsen se abre camino a pasos de gigante en la élite del fútbol mundial. Sin duda, el marbellí es un ejemplo de constancia, trabajo y superación; el sueño de un niño hecho realidad en su máxima expresión.
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