La crisis de gobierno que vive Francia es profunda. El ‘Hexágono’ no vive un momento boyante a diferentes niveles y se suceden los primeros ministros sin que ninguno cuaje en un puesto clave de la estructura política francesa. Con la dimisión de Sébastien Lecornu apenas 24 horas después de nombrar su Gobierno, ya son cinco los primeros ministros ‘quemados’ en los últimos dos años.
Además, Lecornu se marcha tras haber estado solamente un mes en una silla que arde y que es el síntoma de la ‘depresión’ política y social que atraviesa Francia con la economía marcando indicadores preocupantes y la bolsa hundida.
La bolsa francesa se ha hundido tras conocerse la dimisión de Sébastien Lecornu
El nuevo primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha dimitido este lunes, un día después de anunciar su Gabinete marcado por el continuismo y por la necesidad de «llegar a acuerdos con la oposición», en sus propias palabras. La inesperada renuncia ha hecho tambalearse a los mercados franceses en medio de la incertidumbre que vive el Elíseo.
El presidente Emmanuel Macron no encuentra un contrapeso en la Residencia del Hotel Matignon (donde viven los primeros ministros) para afrontar los problemas estructurales de un déficit disparado que sigue engordando la deuda de Francia.
Esta llegada de Lecornu al puesto de primero ministro surgió después de que François Bayrou perdiera hace justo un mes una cuestión de confianza en la Asamblea Nacional. El jefe del Estado se encuentra pues en una situación delicada con la vía de o bien convoque unos comicios legislativos o, incluso, tome el camino de presentar su dimisión y que las elecciones sean presidenciales.
A Macron se le presenta una papeleta complicada después de que ninguna opción haya cuajado mientras la alarma económica sigue extendiéndose por el país galo. Una situación que tampoco es benigna para Europa, que tiene en Francia uno de sus grandes pilares.