Ecologistas en Acción ve «fundamental» que la Brigada de Investigación de la Junta de Andalucía en coordinación con el Seprona de la Guardia Civil, determinen el origen del incendio en la falda de la Sierra de Córdoba, porque el hecho de que «se haya iniciado, según parece en la cuneta de la CO-3402, no significa que la causa sea una colilla arrojada por un desaprensivo», todo ello con 84 hectáreas afectadas, en las primeras estimaciones.
Según ha expuesto el colectivo en una nota, «es vital conocer el origen de cada incendio forestal para determinar, si fuese necesario, las acciones y medidas específicas que se deben activar para reducir el riesgo de nuevos incendios forestales en la zona afectada».
En primer lugar, Ecologistas en Acción ha agradecido «el trabajo desempeñado por todas las instituciones públicas implicadas», de modo que «sólo con unos recursos públicos adecuados y proporcionados al riesgo existente se pueden abordar siniestros de esta naturaleza».
Así, han expresado «un agradecimiento muy especial al personal del Infoca, que a pesar de sus justas quejas y reivindicaciones, cuando llega el momento, el compromiso con su trabajo es absoluto».
«Nuestra sociedad tiene una asignatura pendiente desde hace muchos años con los bomberos forestales adscritos al Infoca de la Junta de Andalucía, que deberían ser reconocidos socialmente y mejorarse sus condiciones de trabajo», han defendido, para pedir «no olvidar que se juegan la vida intentado minimizar el daño al patrimonio natural, del cual dependemos, y en algunos casos a salvar las vidas de las personas que residen en espacios forestales o de interfaz (urbano/forestal), como ocurrió el martes».
Al respecto, han remarcado que «la Sierra de Córdoba es muy vulnerable ante los incendios forestales», de forma que «son varios los motivos, como el aumento de temperaturas por el calentamiento global o una gestión deficiente de los espacios naturales». «Los datos están ahí, y la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento lo saben o deberían saber», han apostillado.
Si bien, han advertido de que «lo más grave es que el grado de vulnerabilidad sigue aumentado, no se hace todo lo necesario para controlar y reducir la vulnerabilidad y el riesgo de incendio forestal», después de que «en el incendio forestal de la Albaida tuvieron que desalojar por prevención a cientos de personas, en algunos casos concretos de áreas urbanizadas de origen irregular e ilegal –Santa Ana de la Albaida y parcelación ‘Casilla del Aire’–«.
«La vulnerabilidad aumenta»
Al respecto, desde Ecologistas han apuntado que «la presencia de estas áreas urbanizadas o construcciones diseminadas en terrenos eminentemente forestales, como el caso de la parcelación ‘Casilla del Aire’, aumenta proporcionalmente a su extensión la conexión entre lo ‘urbano’ y lo forestal, uno de los motivos por los que la vulnerabilidad de la Sierra aumenta».
«Esto supone un altísimo riesgo en caso de siniestro forestal, además de un factor de distracción de los medios de extinción que tienen, por imperativo legal, en primer lugar garantizar la vida de las personas residentes, y en segundo término, evitar daños en viviendas y en infraestructuras auxiliares asociadas», han manifestado.
En este sentido, han señalado que «si los medios aéreos están evitando que las llamas afecten a los espacios habitados, los frentes forestales del incendio pasan a un segundo plano, lo que suma probabilidades de reactivación, con las consecuencias que de ello se pueden derivar».
«Ello nos debería de hacer reflexionar tanto a ciudadanía como a cualquier entidad, especialmente a las administraciones públicas que durante décadas han permitido cientos de construcciones ilegales en casi una treintena de parcelaciones dispersas por el conjunto de la Sierra de Córdoba», han expresado, para apostillar que «el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han sido cooperantes activos de la situación actual de extrema de vulnerabilidad de la Sierra de Córdoba ante los incendios forestales».
Plan de restauración
En otro orden de cosas, la organización ambientalista ha solicitado a la Junta un plan de restauración del área afectada. A margen de acciones tendentes a retener el sustrato o similares, «lo fundamental del plan de restauración sería, por un lado, evitar al menos durante tres años la entrada de ganado a los terrenos calcinados por el incendio forestal, y, por otro, respetar y realizar un seguimiento de la revegetación natural del área afecta», han aconsejado.
En este sentido, han declarado que «gracias a la pericia de los medios de extinción aéreos del Infoca y a la propia evolución del incendio forestal, han quedado pequeñas áreas sin arder dentro del perímetro de los terrenos calcinados», que «serán críticas y fundamentales en la regeneración natural».