El Baloncesto Sevilla vive horas decisivas y de máxima incertidumbre a la espera de que el Juzgado de Primera Instancia número 61 de Barcelona, cuyo titular es el magistrado sevillano José Manuel Martínez Borrego, resuelva sobre las medidas cautelares solicitadas por el club para ser readmitido en la Liga ACB. El fallo, que se esperaba de forma inmediata tras la vista judicial celebrada el pasado martes, aún no se ha producido, prolongando la tensión en una entidad que afronta un futuro sin margen de error.
Martínez Borrego, juez en casos de gran repercusión como la denuncia de la directiva de Joan Laporta por el FC Barcelona presidido por Sandro Rosell, los procesos de MercaSevilla, Boliden o la Junta de Andalucía, y la condena a Luis Pineda contra Rubén Sánchez, será quien decida si el equipo hispalense puede competir en la élite del baloncesto nacional o si, por el contrario, se ve abocado a la disolución, tal y como ha contado Ángel Vilches.
Un fallo que se retrasa
La Ley de Enjuiciamiento Civil otorga cinco días al tribunal para emitir el auto, plazo que se agota mientras el club espera una respuesta que marcará su supervivencia. El Baloncesto Sevilla solicitó que no se celebrara audiencia, alegando la urgencia de los plazos, pero el juzgado no lo consideró justificado y citó a las partes para exponer sus argumentos y pruebas en la vista.
La entidad, que ascendió a la ACB el pasado 8 de junio, tuvo hasta el 15 de julio para entregar toda la documentación y abonar el primer plazo del canon de acceso, fijado en 663.000 euros con IVA. Según la ACB, no cumplió los requisitos ni realizó el pago en plazo, por lo que en su Asamblea General denegó la inscripción. El club recurrió entonces a la vía judicial el 28 de julio, reclamando que su proceso fue correcto.
Cuenta atrás sin red de seguridad
Si el fallo es favorable, el Baloncesto Sevilla dispondría, en el mejor de los casos, de apenas mes y medio para confeccionar una plantilla y preparar la temporada, cuyo inicio en la ACB está previsto para el 4 de octubre. Si la resolución es negativa, la entidad, que sigue inscrita como Real Betis Baloncesto en el registro, quedaría fuera de toda competición tras renunciar a la Primera FEB, lo que derivaría con casi total seguridad en su desaparición.
El sorteo del calendario de la próxima temporada, por ahora, permanece en suspenso a la espera de una decisión que se antoja definitiva para el baloncesto profesional en Sevilla.