Los hosteleros del barrio de Pedregalejo están en un sin vivir. El silencio sobre el futuro del proyecto, junto con el constante ruido de las obras, solo provoca más crispación en el ambiente. Algunos chiringuitos han cerrado, otros se mantienen a la espera de nuevas novedades, como es el caso de ‘Las Palmeras’.
Enrique Murillo, jefe del chiringuito ‘Las Palmeras’, no ha dudado en denunciar la situación en la que se encuentran. “Se nota la bajada de clientela”, comenta Murillo, el cual ve esta situación como “una barbaridad” porque no sabe todavía como se va a desenvolver el proyecto ni los plazos. “Nos dijeron 10 meses, yo estimo que será más de un año”, critica Murillo quien añade que nadie ha ido al chiringuito a comentarle el proyecto y «la opinión de los hosteleros no se ha tenido en cuenta”.
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El problema de las terrazas
“Las terrazas no se sabe todavía si van a ser fijas”, agrega. Tiene un mes para quitar la terraza, si no lo hace será sancionado por parte del Ayuntamiento y tendrá que pagar una multa. “Hay chiringuitos que han preferido cerrar o directamente ya las han quitado”, añade Enrique, el cual solo podrá atender a las mesas de dentro y otras pegadas al restaurante. Por consecuencia, el chiringuito perdería más de unas veinte mesas con esta medida.
“Van a colocar una pérgola metálica enfrente de la terraza y 15 palmeras”, comenta. “Supuestamente los metros cuadrados los van a mantener”, pero desde el chiringuito han estado midiendo y “no salen los cálculos”. Sin embargo, a pesar de las malas noticias, han conseguido algunos avances a través de la unión de todos los del sector. «Querían poner un carril bici, en la zona del Miguelillo, pero hemos conseguido quitarlo a través de negociaciones con el Ayuntamiento», agrega.
Un ERTE para todos los hosteleros
A partir del 15 de noviembre tienen que desmontar las terrazas, en consecuencia de ello, la decisión del chiringuito ‘Las Palmeras’ ha sido cerrar temporalmente sus puertas, ya que el ruido de la maquinaria y el escaso aparcamiento trae una menor afluencia consigo. Por este motivo, los chiringuitos del barrio se han puesto de acuerdo para solicitar un ERTE a los trabajadores. «Estamos esperando el documento del Ayuntamiento para poder llevarlo a cabo y presentarlo ante la Seguridad Social», añade Enrique.
Las conversaciones de los hosteleros con el Ayuntamiento de Málaga son «bastante frecuentes», desde que se llevó a cabo el proyecto. «Han entrado en razón en muchas cosas», aunque nadie fue a presentarle el proyecto y «prácticamente nos hemos enterado por la prensa».
«Parece que quieren favorecer más a los peatones que a las propias terrazas».
El proyecto del Ayuntamiento
Los trabajos fueron adjudicados a la empresa Ingeniería, Obras y Tecnología Europea por un importe superior a los 5,7 millones de euros (IVA incluido) y un plazo estimado de diez meses. Los objetivos de esta obra son ganar espacio y mejorar el tránsito de los peatones, ampliar los accesos a la playa, uniformar la pavimentación y renovar las infraestructuras existentes. Además, se instalarán pérgolas y bancos.
Aunque los establecimientos mantendrán la ocupación actual autorizada, la solución consensuada en su día con vecinos y los representantes del sector hostelero, consiste en la sustitución de las estructuras fijas por otras instalaciones más permeables y que puedan ser retiradas.
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