Puntual, a las 20.30 horas, El Kanka salió al ruedo de la Plaza de Toros de Córdoba para el Califas Fest con la serenidad de quien no necesita artificios para conquistar al público. El cantautor malagueño inauguró la noche con ‘A dieta de dietas’, tema que marcó el inicio de un concierto cargado de humor, calidez y mensajes cotidianos.
Con su banda al completo, el artista desplegó un repertorio que viajó entre la ternura y la crítica, entre la risa y la reflexión. Canciones como ‘Ay vida mía’, ‘Guapos y guapas’, ‘Por tu olor’ o ‘Para quedarte’ sonaron entre coros y sonrisas, mientras el público cordobés celebraba cada acorde, regalando momentos de intimidad colectiva, de esos en los que cada letra parece escrita para uno mismo.
Dos propuestas musicales diferentes conquistaron la Plaza de Toros con honestidad y cercanía ante un público entregado
En uno de sus primeras intervenciones, El Kanka tuvo un gesto de apoyo al pueblo palestino, recibido con una ovación unánime que tiñó el ambiente de emoción y conciencia social. Un instante de compromiso y empatía que recordó que la música de El Kanka no solo entretiene, sino que también invita a pensar y a sentir en común.
Crescendo hasta el final
A partir de ahí, el concierto fue creciendo en intensidad con ‘Andalucía’, ‘Para vivir’ y ‘Vengas cuando vengas’, hasta alcanzar un final apoteósico con ‘Lo mal que estoy y lo poco que me quejo’, ‘A desobedecer’ y ‘Canela en rama’. La despedida, con ‘No se dice suerte’, fue un canto colectivo a la alegría y la esperanza. El Kanka demostró una vez más que su éxito reside en la verdad: en esa mezcla de humor y hondura, de crítica y ternura que transforma cada concierto en una celebración compartida.
Beret cierra la noche con emoción y nostalgia
Pero la noche aún guardaba más música. A las 22.30 horas, el testigo lo tomó Beret, quien apareció sobre el escenario acompañado de su banda ante una plaza completamente entregada. El cantante sevillano logró llenar el césped y los tendidos del coso, envolviendo Córdoba en una atmósfera de emoción, nostalgia y ritmo.
Abrió su concierto con ‘Si por mí fuera’ y, entre luces y aplausos, repasó algunos de sus mayores éxitos. No faltó ‘Lo siento’, el tema que lo catapultó a la fama nacional e internacional, o ‘Vuelve’, uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando las voces del público casi cubrieron por completo su interpretación.
El espectáculo de Beret fue un viaje sonoro a través de su carrera, desde los orígenes ligados al hip hop hasta las baladas de desamor y las piezas más rítmicas que hicieron bailar a todo el recinto. Entre recuerdos, agradecimientos y confesiones, el artista reafirmó su conexión con un público que lo acompañó de principio a fin.
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