La preparación para acceder a un empleo público vive un auge sin precedentes en España. Según el director general de MAD, empresa especializada en formación para opositores, Narciso Sánchez, el 47% de la población en edad laboral se plantea opositar, y uno de cada cinco ya está inmerso en ese proceso. “Prácticamente la mitad de la población en España en edad trabajar quiere presentarse a unas oposiciones o lo está haciendo en la actualidad”. “Son casi seis millones de personas”, explica el CEO.
Uno de los datos que más llama la atención del último estudio realizado por MAD es el perfil de los opositores. “La media de edad ronda los 36 años, y en su mayoría, son personas que ya están trabajando y tienen personas a su cargo”, explica Sánchez. “Parece que la oposición es una vocación tardía, y nos parece contradictorio porque el paro juvenil en el país ronda el 25%”.
Una situación que, según Narciso Sánchez está ocurriendo porque “el que se pone a trabajar en el sector privado, se está dando cuenta después que desea hacer otra cosa”. “Si lo hubiese hecho en su juventud, o más joven o terminando los estudios, hubiese dispuesto de más tiempo y quizás hubiese sido mucho mejor”, señala.
Alta demanda: Administración, Sanidad y Educación
Según los datos recogidos por MAD, las plazas administrativas siguen siendo las más demandadas, ya que no requieren de una titulación específica. “En Andalucía, destaca especialmente el Servicio Andaluz de Salud (SAS), que cuenta con 120.000 empleados y una bolsa de empleo adicional de casi 300.000 personas”. Este organismo público no sólo oferta plazas sanitarias, sino también administrativas, celadores y otros perfiles sin requisitos específicos. La Educación es otro gran sector contratante, aunque requiere titulaciones superiores. En Andalucía “hay cerca de 100.000 docentes”, ha explicado Sánchez.
Este auge en la intención de opositar de la población española se debe a dos factores claves, por un lado, y gracias a un estudio del Banco de España, “el salario medio en el sector público es un 24% superior al del privado”, y por otro lado, la jubilación masiva de los boomers, y es que “en los próximos 10 años se espera que el 40% del personal actual de la Administración se jubile, lo que generará una alta oferta de empleo público”.
El impacto de la tecnología y la IA
La manera de prepararse también ha cambiado. Antes era indispensable la formación presencial, ahora la online está adelantando por la derecha. “La formación online tiene suficientes recursos hoy, y no los tenía hace 20 años, para prepararte por tu cuenta”.” Hoy la formación online te da clases grabadas, te da hacer test online hasta cansarte, por un ordenador o en el teléfono, lo puedes hacer en cualquier momento, tienes resúmenes para descargarte y tienes una disponibilidad 24-7 para prepararte”, enumera Sánchez.
Además, ha especificado que la forma de memorizar el temario también ha cambiado a través de diversas metodologías, por ello, ya no se requiere una “intervención humana directa”, se requiere que alguien que te haga explicaciones o te aclare dudas, ·pero no un profesor que te esté dando clases·.
Respecto al uso de inteligencia artificial, Sánchez asegura que puede ser peligrosa: “Es útil, pero solo si está guiada por un experto”. “La IA por sí sola no sabe qué te van a preguntar en el examen, nosotros sí estamos haciendo un uso de ella para analizar los exámenes de los últimos años, para enriquecer nuestros cursos y nuestros contenidos y también estamos explorando la posibilidad de que utilicemos la IA como una tutoría virtual, pero siempre mediatizada y adaptada a lo que requiere el opositor”
Esfuerzo, estrés y planificación
Aunque la tecnología facilita el acceso, el camino del opositor sigue siendo exigente. “Estudiar una oposición es una inversión de tiempo, más que de dinero. Puede suponer año y medio o dos años de estudio intensivo, sacrificando ocio, vida familiar y laboral”, advierte Sánchez. Por eso, desde MAD insisten en la importancia de reflexionar antes de empezar: tener claro si se está dispuesto a moverse geográficamente, si se cuenta con vocación o si se cumple con los requisitos formativos. “No hay nada más triste que invertir meses de estudio y descubrir que no era la oposición adecuada. Es clave informarse bien antes de tomar la decisión”, concluye Sánchez.