Con un banquete de setecientos veinte huevos fritos para sus afiliados, el PP de Málaga ha dado la bienvenida al curso político con el tradicional acto de los huevos fritos que en esta ocasión se ha celebrado en Alhaurín el Grande. El líder nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el dirigente andaluz Juanma Moreno han sido las estrellas de este festín, que llega dos días antes de que el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, pise suelo malagueño, un territorio al que acostumbra a venir poco.
La batalla electoral está en marcha. Con los comicios andaluzas a la vuelta de la esquina, aproximadamente un semestre queda para volver a las urnas, los populares andaluces han querido centrar en el Sur, y en una provincia como Málaga, donde el PP tiene mando de hierro, esta particular ‘campaña’ que supone el arranque del curso político. Al acto en una empresa agroalimentaria de la localidad han asistido 1.500 personas, según datos de la formación política. Por supuesto, con todas las caras visibles de alcaldes y cargos orgánicos del partido en la provincia y de otros puntos de la comunidad autónoma.
«Este curso político es muy importante y Andalucía es clave»
«Este curso político es muy importante y Andalucía es clave y no digo más, os digo que Andalucía en este curso político es clave», ha subrayado un Alberto Núñez Feijóo, que ha cerrado el acto tras hacer un balance de la situación política general y abordar las principales cuestiones de política nacional e internacional.
El ‘leitmotiv’ de los huevos fritos
Mientras llegaban los líderes políticos, bajo la sombra de una carpa se freían setecientos huevos en una enorme sartén. Y aunque son el plato estrella del evento, el menú popular también incluye cogollos de lechuga aliñados con ajo y perejil y, por último, un plato de paella: más de noventa kilos de arroz cocinados en dos paelleras gigantes. Un ritual que se repite desde hace ya una década cuando, durante su presidencia del PP de Málaga en el año 2015, Elías Bendodo comenzó con esta iniciativa.