Con la destitución de Sergio Pellicer como entrenador del primer equipo, Loren Juarros ha tomado su primera ‘gran’ decisión (por la magnitud de lo que supone más allá de que sea acertada o no) desde que llegó al cargo de director deportivo en el Málaga CF allá por mayo de 2023. Una vez que Pellicer es historia ya del malaguismo, conviene dar cuanto antes el siguente paso. Además de que el tiempo apremia se debe de acertar de lleno en la elección del sustituto del castellonense y, desde luego, que el listón está alto.
Desde que Loren Juarros está en el Málaga, Pellicer ha sido el técnico del primer equipo. Por así decirlo, no ha tenido Juarros a ‘su’ entrenador, el elegido por él mismo, sino que se encontró a Pellicer y apostó por su continuidad. Con el equipo en una zona de necesidad y un proyecto con grandes exigencias, el próximo entrenador debe cumplir con unos estándares que, de hecho, se aproximan a lo que aportaba el de Nules.
Lo primero y más evidente es que apueste por la cantera. Rafita, Rafa Rodríguez y Chupete han sido los últimos de una lista enorme que ha engordado Pelicer de manera exponencial y sin ellos el equipo estaría en una situación aún más crítica. Con un proyecto donde se promociona a los jugadores de la casa y con gran presencia de ellos en el primer equipo urge que el próximo entrenador tenga la predisposición y la costumbre de contar con ellos. De no ser así sería una incongruencia en toda regla y pegarse un tiro en el pie.
Pellicer, el ‘tipo’ sencillo que supo salir indemne del banquillo triturador de La Rosaleda
El siguiente requisito es que sea un entrenador que no se arrugue con el ruido que pueda generarse y que sea capaz de salir de situaciones complicadas. A Pellicer le ha tocado ser apagafuegos en gran número de ocasiones. Entre prensa y afición, cuando las cosas van mal se genera un ruido que hay que saber llevarlo. La plaza de La Rosaleda no es fácil y la afición malaguista exige lo justo y necesario: que el equipo esté en Primera cuanto antes. Un reto complicado sin duda, pero que al tiempo se le exigirá al nuevo técnico.
Por último, pero no menos importante, está la propuesta de fútbol. Málaga es un sitio donde se lleva por bandera el jugar atrevido, con una presión mordiente y un equipo que sea valiente y no especule. Eso es algo que le ha mermado en muchas ocasiones a un Pellicer, que en su primera etapa fue tildado de defensivo y desde entonces no ha sido capaz de quitarse esa etiqueta.
Todos estos deben ser los argumentos que debe llevar bajo el brazo Loren Juarros a la hora de elegir al nuevo entrenador del Málaga. Evidentemente no es fácil y el tema económico siempre condiciona, pero todo lo que no sea eso será un paso atrás en un proyecto que ha generado ilusión al malaguismo. Es la primera prueba de fuego de Juarros, que de momento no ha renovado. Él mismo se juega las castañas y este movimiento será determinante en su futuro en Martiricos.
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