La Guardia Civil ha desarrollado hoy en el Puerto de Sevilla un simulacro de emergencia NRBQ (nuclear, radiológica, biológica y química) para evaluar los protocolos de intervención, aislamiento y descontaminación en una situación real de riesgo. El ejercicio ha puesto a prueba la actuación de los 28 agentes participantes, pertenecientes a las Comandancias de Sevilla, Huelva, Cáceres y Badajoz, que durante esta semana han completado su formación teórico-práctica en la capital andaluza.
El simulacro ha recreado un accidente en el que varios contenedores de mercancías resultaron dañados y se hallaron en su interior personas en mal estado de salud, con síntomas de contaminación. Ante esta situación, las Unidades de Primera Intervención de la Guardia Civil se equiparon con los equipos de protección individual (EPIs), establecieron un perímetro de seguridad y montaron una estación de descontaminación para trasladar a los afectados a un centro sanitario y evitar posibles contagios o propagación de enfermedades.
Proceso de descontaminación
En la estación de descontaminación, los agentes siguieron un protocolo detallado para eliminar cualquier rastro de contaminación. Marcelino Naranjo, comandante de la Guardia Civil explica que “Primero se limpian las suelas del calzado, una de las zonas más propensas a acumular residuos, y se lleva un control del personal que pasa por el proceso”. Después se aplica agua y un producto descontaminante para neutralizar posibles agentes nocivos, y finalmente se realiza un aclarado y una revisión visual del equipo antes de proceder al desvestido en condiciones seguras.
Estas actuaciones forman parte del curso de formación impartido entre los días 3 y 7 de noviembre en la Comandancia de Sevilla, coordinado por especialistas de la Unidad Central Operativa NRBQ.
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