El fútbol siempre concede revanchas, y pocas tan merecidas como la que ha vivido Isco Alarcón. A sus 33 años, el centrocampista atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera en el Betis y su esfuerzo ha tenido recompensa: regresar a la selección española casi seis años después de su última convocatoria. Su reaparición se produjo este domingo en la final de la Nations League ante Portugal, un partido vibrante que terminó decidiéndose desde el punto de penalti.
El malagueño no jugaba con La Roja desde junio de 2019. Desde entonces, su trayectoria ha pasado por altibajos, pero en este curso ha brillado con luz propia en el conjunto verdiblanco, con nueve goles, ocho asistencias y un papel clave en el subcampeonato de la Conference League. Luis de la Fuente decidió contar con él en esta fase final de la Nations, y aunque no participó en la semifinal ante Francia, sí tuvo minutos en la final disputada en Múnich.
Isco roza el 3-2 pero Diogo Costa para su tiro.
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— RTVE (@rtve) June 8, 2025
El malagueño del Betis reaparece con la selección seis años después y deja una buena imagen en la final de la Nations League
Saltó al terreno de juego en el minuto 76, con el marcador igualado (2-2), para ocupar la mediapunta tras la lesión de Pedri. Desde el primer momento mostró su calidad y su instinto ofensivo: en el minuto 83 estuvo a punto de marcar con un potente disparo lejano que obligó a Diogo Costa a intervenir. Poco después, dejó otro destello con un elegante pase de tacón que acabó en gol anulado por fuera de juego. Durante la prórroga, el empuje portugués le restó protagonismo, aunque en la tanda de penaltis cumplió al transformar su lanzamiento.
Mezcla de experiencia y juventud
La presencia de Isco fue uno de los guiños a la veteranía en un equipo cada vez más rejuvenecido. De hecho, compartió minutos con Dean Huijsen, defensa de 20 años, que encadenó su cuarto encuentro como internacional absoluto. El joven central, próximo a ser presentado por el Real Madrid, cuajó un partido notable, liderando la salida de balón con gran solvencia y precisión (90% de acierto en el pase).
Mientras la nueva generación de talentos va abriéndose paso, el retorno de figuras como Isco aporta experiencia y calidad en un grupo que afronta el futuro con ambición. La derrota ante Portugal no empaña el regreso del malagueño, que ha demostrado que, con trabajo y constancia, siempre hay sitio para volver a soñar.