El Rey Felipe VI ha salido a las 21.00 horas de este 24 de diciembre a hablar a los españoles, a mandar un mensaje de «convivencia» y a pedir el blindaje de la democracia en los 50 años de su aniversario. Un mensaje que el monarca ha dado de pie en todo momento desde el Palacio Real de Madrid y en el que ha elegido un ‘look’ de corbata roja con lunares blancos. En su mensaje ha interpelado a los jóvenes alertándolos contra «extremismos, radicalismos y populismos».
El Jefe del Estado ha hecho su tradicional Mensaje de Navidad, el duodécimo desde que asumió la Corona. En su discurso navideño ha hecho un llamamiento preservar la convivencia democrática, poniendo como ejemplo lo logrado durante la Transición pese a las diferencias y apelando en particular a la clase política al diálogo, al respeto hacia las opiniones del otro y a la ejemplaridad en el desempeño de sus funciones.
Felipe VI advierte del «hastío ante la tensión política
Desde el Palacio Real, como ya ocurrió el año pasado y también en 2015, el monarca ha advertido del «hastío» ante la tensión político y la pérdida de confianza de los ciudadanos en las instituciones así como de las dudas respecto al futuro de los más jóvenes, alertando de que ello nutre a «extremismos, radicalismos y populismos».
Felipe VI ha recurrido a dos hitos en la historia reciente de España, el 50 aniversario del inicio de la Transición tras la muerte de Franco y la entrada de España en la UE el 1 de enero de 1986, para reivindicar la capacidad de los españoles de superar los desafíos de cada momento y también para mostrar su confianza tanto en el presente como en el futuro.
«La Transición fue, ante todo, un ejercicio colectivo de responsabilidad», ha subrayado el monarca, incidiendo en que «surgió de la voluntad compartida de construir un futuro de libertades basado en el diálogo» y tuvo como resultado que «el pueblo español en su conjunto fuera el verdadero protagonista de su futuro y asumiera plenamente su poder soberano».
Quienes la protagonizaron, ha añadido, «aun con sus diferencias y sus dudas, supieron salvar sus desacuerdos y transformar la incertidumbre en un sólido punto de partida, sin tener la certeza de lograr lo que buscaban». «Aquel coraje, el de avanzar sin garantías, pero unidos, es una de las lecciones más valiosas que nos enseñaron», ha resaltado.
La Transición y la llegada a la UE
El resultado fue la Constitución de 1978, «el conjunto de propósitos compartidos sobre el que se edifica nuestro presente y nuestro vivir juntos, un marco lo bastante amplio para que cupiéramos todos, toda nuestra diversidad», ha señalado.
La entrada en la UE, cuyo tratado de adhesión se firmó precisamente el 12 de junio de 1985 en el Salón de Columnas en el que el monarca ha pronunciado su discurso, puso fin a «una etapa marcada por un prolongado distanciamiento de una Europa con la que compartimos principios y valores y un proyecto común de futuro». «Europa no sólo trajo modernización y progreso económico y social: afianzó nuestras libertades democráticas», ha valorado.
En estas décadas, España ha experimentado una «transformación sin precedentes» y ha conseguido «consolidar las libertades democráticas, el pluralismo político, la descentralización, la apertura hacia el exterior y la prosperidad». «Nuestra sociedad está forjada por generaciones que recuerdan la Transición y por otras que no la vivieron y que han nacido y crecido en democracia y libertad», ha resaltado.