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Álex Sola: «En el fútbol hay que echarle coraje y ganas»

Álex Sola (Donostia, 1999) engaña. En el campo, a los rivales que empieza a sortear como conos, y fuera, donde sorprende. Es un futbolista poco amigo de todo el revuelo que su profesión levanta, más amante de la tranquilidad que del alboroto que despierta la industria y que, en realidad, iba para arquitecto. Se topó con la Química en su camino y se decantó por el deporte en el que despuntaba, aunque ahora se plantea volver a estudiar. Aterrizó en el Granada cuando el mercado bajaba la persiana. El club encontró un jugador de banda versátil que, desde su llegada, se ha convertido en una pieza clave. Él reencontró consigo mismo y con la confianza que había perdido en Getafe. «Me estoy enamorando de la ciudad, del club, de la gente», reconoce, con la convicción de que le quedan goles por celebrar -uno de ellos, por cierto, con celebración ya preparada junto a Souleymane Faye-.

Cervezas Alhambra, patrocinador principal del Granada CF durante tres jornadas por su centenario

Tengo entendido que es muy de ver atardeceres. ¿Qué le parecen los de Granada?

La verdad es que he visto pocos. Todavía me queda conocer mejor la Sierra, que me han dicho que desde allí se ve muy bien, pero sí que he conocido algún sitio por ahí por la Alhambra, por detrás, que me ha encantado. Es un momento que utilizo para tener un poco de paz, que aunque parezca que solo entrenamos, la vida del futbolista estresa bastante. Estás expuesto a mucha gente, a muchos focos, y creo que me ayuda a despejarme. También, con mi perro, que aprovecho para pasearlo.

Siempre ha buscado esos ratitos de intimidad. Se ha tenido que ir adaptando a todo esto que envuelve al fútbol.

Sí, al final, este mundo a mucha gente le gusta, mueve a mucha gente y tiene mucha masa. Creo que es algo que los futbolistas siempre demandamos, la tranquilidad de poder estar con nuestros amigos o nuestras familias, que si vas a algún sitio, estés tranquilo. Es verdad que aquí, en Granada, la afición está muy bien y la gente te trata muy bien. Estoy muy contento, lo estoy diciendo en todos lados. Me está encantando Granada y estoy encontrando también esa tranquilidad que me gusta.

Da la sensación de que su fútbol encaja bien con la eterna lucha del Granada.

Sí, soy un jugador que tira de pasión, de físico. La verdad es que en Granada, aparte, tenemos jugadores con mucha calidad y lo estamos demostrando con el tiempo a medida que nos vamos conociendo mejor. En el fútbol hay que echarle coraje, ganas, porque cada vez la gente es más atlética, está mejor preparada. Esos son mis valores y lo seguiré haciendo.

No es sencillo encontrar futbolistas que combinen esa garra y ese derroche físico con la habilidad.

Ahora se me están dando las cosas. La verdad es que sí me gusta tratar bien el balón. Vengo de una cantera en la que siempre ha predominado el balón por encima de todo. Es la demostración. Creo que, encima, aún puedo dar más. No estoy a mi 100%, pero bueno. Seguiremos entrenando y peleando para ello.

¿En qué momento dejó de ser un potencial arquitecto para convertirse en futbolista profesional? 

Te has leído mis entrevistas, ¿eh? -ríe- Buah, buena pregunta. La verdad es que fue cuando empecé a estudiar Química. Se me daba fatal, La Física, bien, pero la Química, buah. Era un cero a la izquierda. Y ya, bueno, también estaba decantándose por el fútbol. Empecé pronto a entrenar con el filial y debuté bastante joven. Lo hablé con mis padres y tiré por el fútbol, que creo que no me ha salido mal. Pero bueno, tengo ahí en mente… No sé si arquitecto ahora, pero retomaré algo.

¿Hasta qué grado llegó a estudiar?

Lo dejé en Bachiller, llegué hasta ahí. No lo pude acabar porque ya me fui fuera a jugar y había repetido algún curso, pero lo dicho, tengo que retomarlo. Con calma, lo retomaré.

Tampoco es habitual encontrar a futbolistas que piensen en retomar estudios o se lleguen a plantear cosas como ser arquitecto.

Bueno, al final, este trabajo demanda mucho tiempo, ser todo el día profesional y aprovechar todos los momentos que tengas. Aunque parezca que solo es cuando estás en el campo, es todo lo que conlleva después, el trabajo invisible del que hablamos siempre. Ahora hay muchas opciones que antes no había. Hay muchos grados, hay muchos cursos online que antes no había. Ahora los estamos aprovechando más. Aunque yo tampoco sea un gran ejemplo, creo que en el equipo, y en los demás en los que he estado, hay gente que compagina bien el fútbol con su carrera. Animo a todo el mundo a que lo haga.

«Estudié hasta Bachillerato. No pude acabarlo porque me fui fuera a jugar, pero algo retomaré»

¿Qué pensó que podría encontrar en Granada que no tenía en Getafe?

La verdad es que necesitaba confianza. Al final de la temporada, desde Navidades, se perdió un poco la confianza en mí, en mi tipo de jugador, en lo que soy, y, al final, cuando un jugador no tiene confianza se demuestra en el campo. No te salen las cosas y tampoco te atreves a sacar tu fútbol. Ahora se está viendo, que a medida que van pasando los partidos y tanto el míster como el equipo confían en mí, voy a mejor. Creo que cuanto más vayamos conociéndonos y cogiendo confianza, iremos aún a un nivel más superior.

¿Cuál era el reto personal de aterrizar en Los Cármenes?

Ya llevo varios equipos en la élite, varios cambios también. Quería volver a sentirme futbolista, porque cuando solo entrenas, no te sientes tan futbolista. Nosotros, al final, estamos acostumbrados y lo que nos gusta desde pequeños es jugar, demostrar lo que entrenamos y somos en el verde. También tuve esa pequeña lesión al final de la temporada por la que quería yo mismo volver a encontrarme y tenía muy buenas referencias de Granada como ciudad y como club. No me lo pensé, la verdad, venir aquí y volver a sacar todo mi potencial.

«Me está encantando Granada y estoy encontrando la tranquilidad que me gusta»

Empezó participando mucho en el Getafe, incluso como titular, pero luego jugó muy poco.
Es duro. Al final, cuando llegas a un sitio nuevo y, al principio, te ves tan querido… La verdad es que teníamos un grupo humano increíble. Por los jugadores siempre me he sentido querido, pero es verdad que perdieron un poco la confianza en mí. Estuve desde febrero sin disputar ni un minuto. Estaba un poco triste y desanimado, pero no hay que perderle la cara nunca al fútbol, porque son momentos y es un deporte que, del día a la mañana, te puede cambiar la vida. Hay que seguir entrenando para, cuando llegue tu momento, estar preparado. No llegó en Getafe; ahora, en Granada, a demostrar y seguir adelante.

¿Cómo se gestó su fichaje?

No me lo pensé mucho. Pacheta me hizo un par de llamadas. Ya le conocía como entrenador. El club también es espectacular, se le ve en las instalaciones mismo todo lo grande que es y que no está en su sitio. Todos los clubes tienen sus años de transiciones. Tarde o temprano, este club volverá a su sitio. Con las referencias que tenía y lo que había jugado yo contra el Granada, además de los jugadores y el míster, no me lo pensé. Tiré para adelante y creo que ha sido un acierto. 

Hablaba de confianza. En Granada llegó y fue al once de inmediato. El míster confía en usted.

Sí, sí. Se ve. He jugado todos los partidos desde que he llegado. Al principio, me costó un poco más porque llevaba muchos meses sin competir y no llegaba hasta ese tramo final del partido, pero con el tiempo voy a mejor y estoy agradecido a todos, al equipo, al míster, al staff y a todo el que participó para que se diera este fichaje por este club. Tampoco tengo mucho que decir. Me está dando la confianza y yo la voy a dar también. La tengo que dar en el terreno de juego, que es donde se demuestra todo.

¿Qué le pide Pacheta?

Lo que estamos trabajando. A él no le gusta no tener el balón. Quiere que presionemos arriba y tengamos el máximo tiempo posible el balón. Creo que lo estamos consiguiendo. Hacemos muy buena presión, con la línea adelantada, y quiere que cuando tengamos el balón busquemos esas transiciones con las que tanto daño hacemos.

¿Se siente más carrilero o extremo?

Yo siempre digo que en banda derecha, es donde más cómodo me siento. La posición que más me gusta es la de carrilero, pero bueno. En banda derecha o como lateral derecho siempre me he sentido cómodo. Creo que es el lado en el que mejor rindo y se está viendo.

«En el Granada CF quería volver a sentirme futbolista»

Ha respondido bien a la confianza. Ya ha igualado sus mejores cifras goleadoras como profesional.

La verdad es que llevaba mucho tiempo sin conseguir meter gol. Sí que había asistido varias veces, pero la sensación de celebrar un gol la tenía un poco olvidada. Pero son momentos de confianza. Aquí tengo confianza plena y también se demuestra. Creo que no va a ser el último que meta.

Parece entenderse muy bien con Souleymane Faye. 

Sí, la verdad es que es una grandísima persona, un muy buen futbolista, y es fácil entenderse con jugadores así, como con Pedro Alemañ, con Jorge (Pascual), con Bouldini, con Pablo (Sáenz), con Rodelas, con Samu… Es que puedo nombrar a toda la línea atacante. También con Pau (Casadesús), que la verdad es que estamos haciendo una muy buena sociedad. Es fácil. Me estoy adaptando bien, nos estamos adaptando bien todos y estoy muy contento.

En lo colectivo, sin embargo, al equipo le cuesta despegar. ¿Qué cree que pasa?

Bueno, ya lo dije al principio. Creo que estos cinco últimos partidos son buen reflejo de lo que estamos trabajando, que es mantener la portería a cero lo primero, porque así no pierdes el partido. En ataque, cuando metimos los cinco goles contra la Real Sociedad B, la gente no decía lo mismo. Llegará el momento en el que metamos goles. No nos preocupa absolutamente nada, vamos a cerrar primero nuestra portería, que nos estaba costando, y de ahí en adelante vamos a construir todo lo demás. Seguimos trabajando y en el finde iremos a por los tres puntos. 

Precisamente, sobre esto que comenta. ¿Tiene este Granada un problema frente a la portería?

Repito un poco lo de la pregunta anterior. Cuando metimos cinco, todo el mundo decía que éramos un equipo goleador. El fútbol también cambia de la noche a la mañana. Ahora, en el finde metemos tres goles y la gente dirá que qué equipo más ofensivo somos. Lo importante es empezar desde lo defensivo, que nos estaba costando, y ya llegarán los goles. Tenemos mucha calidad ahí arriba y, a medida que vayamos confiando también más en nosotros y lo que podemos lograr, llegarán los goles.

¿Cuál es la sensación dentro del vestuario?

Hay calma. Lo que predomina es la calma. En estos cinco partidos creo que ha habido una mejoría terrible de todo el equipo. Nos vemos de otra manera, confiamos en nosotros, en que podemos ganar a cualquiera, pero tenemos que trabajar. La Segunda División es una categoría difícil. Se ve también, estamos todos muy apretados. Haces un par de semanas malas y estás abajo, y un par de semanas buenas, y estás arriba. Siempre hay que mantener el trabajo y las ganas para poder estar lo más arriba posible.

¿Dónde ve al Granada al final del curso?

Ahora estamos ahí abajo. Vamos a salir de ahí, vamos a ganar partidos y en mayo, si quieres, me haces otra vez la pregunta y vemos dónde estamos. 

Espero que esta no me diga también de responderla en mayo. Firmó por una temporada. Es pronto, pero ¿se ve mucho tiempo en Granada?

Bueno, vine aquí también a recuperar esa confianza que había perdido y la estoy recuperando, estoy muy contento. No te voy a decir en mayo, pero más adelante ya veremos. No tengo ni una mala palabra hacia Granada. Al contrario. Estoy encantado. Me estoy enamorando de la ciudad, del club, de la gente. Más adelante ya se verá cómo acaba todo esto. 

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