El incendio ocurrido en la Mezquita de Córdoba ha provocado cierta incertidumbre en lo que se refiere a la protección de bienes patrimoniales como este templo. Un fuego que podría haber acabado en catástrofe, de no ser por la rápida actuación de los bomberos y el protocolo de extinción de la infraestructura. El incendio se originó por un cortocircuito en una barredora que se encontraba en un espacio que se utilizaba como almacén de productos de limpieza. Pero, ¿qué ocurriría si pasara lo mismo en la Catedral de Sevilla?
“La catedral tiene un plan de seguridad que incluye cualquier contingencia y se revisa, no diría cada año, sino cada día”. Así lo explica a 101TV el Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, Marcelino Manzano, que asegura que están en constante revisión de las instalaciones “para ver cómo se pueden mejorar”. Hay que recordar que la Catedral de Sevilla es sobre todo de piedra “con lo cual no tiene esas techumbres de madera, que es lo que ocasiona en tantas ocasiones, desgraciadamente, que las llamas se puedan propagar”, explica Marcelino Manzano.
Aún así, el patrimonio de la SEO incluye “retablos y obras de arte que son de valor incalculable”. Por ello, el templo “se rige por la normativa anti-incendios que hay a nivel nacional, incluso tenemos un número superior de extintores, de CO2 y por supuesto detectores de humo en cada capilla”.
Coordinación con los cuerpos de seguridad
Siguiendo en la misma línea, el delegado diocesano explica que también existe un sistema de ionización que detecta el humo en el primer instante. “Eso es sobre todo para las grandes alturas, para las bóvedas que están más altas”. Además, existe una coordinación permanente con los bomberos, la UME y con el Cecop, con lo que hay una “formación mutua”, es decir, “estos cuerpos de seguridad forman a los trabajadores del cabildo catedralicio y, a su vez, estos cuerpos de seguridad son formados, conocen el templo perfectamente, de tal forma que en cualquier emergencia saben exactamente por dónde acometer cualquier eventualidad”.
A todo ello se le une un plan de evacuación “para prevenir daño a las personas” y un plan de salvaguarda de los bienes culturales, además de desfibriladores en el interior del templo y la formación en primeros auxilios de todo el persona. Según Marcelino Manzano, esto evidencia que el Cabildo Catedral “está siempre a la vanguardia de cualquier sistema que haya de prevención de todo tipo”.
En cuanto a la prevención, la Catedral de Sevilla cuenta también con una “monitorización permanente” a través de los sistemas electrónicos de detección y un control de cámaras con un personal de vigilancia privada que está 24 horas al día, es decir, “siempre hay vigilancia en el interior”. Si ocurriera en la catedral lo mismo que ha pasado en la Mezquita “si el templo estuviera abierto al culto, ahí está el sistema de evacuación de personas, que funciona perfectamente; si estuviese cerrada, siempre hay vigilancia interior, que en cualquier momento abren las puertas a los servicios de emergencia”.
Prevención
Ante esto, el delegado diocesano asegura que cree que “es bastante complicado que ocurra algo similar a lo que ha ocurrido en la Mezquita”. “Nunca se puede decir que algo no puede ocurrir, pero la catedral de Sevilla está perfectamente preparada para esta contingencia de los incendios o cualquier otra, incluso para los terremotos”.
Tras lo ocurrido en la Mezquita de Córdoba, Marcelino Manzano ha querido dejar claro que “el Cabildo Catedral de Córdoba es también muy cuidadoso con todo su patrimonio, de hecho nosotros estamos constantemente en contacto con ellos, pero es que hay contingencias que no se pueden prever, y aún así la actuación fue muy rápida”. Además, ha puesto en valor “la política comunicativa del Cabildo Catedral de Córdoba, que en todo momento ha mostrado lo que ha sucedido, las explicaciones, y estas cosas también nos enseñan para prever cualquier eventualidad, no solamente ellos, sino también nosotros en Sevilla”.
“Desgraciadamente, en la historia del patrimonio vemos que los incendios han sucedido con cierta frecuencia”, explica Marcelino Manzano, que ha recordado que “me decía uno de los técnicos de interpretación cultural de la catedral, a raíz de esto, que cuando se construye nuestra catedral, la última de las catedrales góticas, ya había un conocimiento del peligro de hacer las techumbres de madera, porque ya habían ardido varias catedrales góticas en esa época”. Es por ello que, “se decide construir la Catedral de Sevilla sobre todo en piedra, se puede decir que es la primera medida antiincendios que tenemos”, concluía el Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Sevilla, Marcelino Manzano.