El Sevilla FC se ha ejercitado esta mañana en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios. Una sesión en la que estuvo presente Kike Salas. El futbolista, que llegó a ser detenido el pasado mes de enero por presuntas apuestas ilegales, se ha ejercitado con el resto de sus compañeros.
Esta mañana El Confidencial ha publicado el contenido de varias conversaciones que habría mantenido el futbolistas con su entorno, a través de la aplicación de WhatsApp. Estas capturas demostrarían que el jugador del Sevilla FC forzó amonestaciones en el tramo final de la pasada temporada 23/24.
Estos mensajes intervenidos por la Policía Nacional prueban que el jugador avisó a sus amigos de que recibiría una tarjeta amarilla en al menos, cinco encuentros para después repartir las ganancias.
Para las autoridades, las amarillas de Kike Salas no influyeron en el resultado del encuentro, por lo que sería únicamente un delito de estafa contra los operadores de apuestas. Por lo tanto, el futbolista se enfrenta a una pena máxima de tres años de prisión, que podría evitar alcanzando un acuerdo con las compañías perjudicadas por el delito.
En el momento que se habrían producido estas presuntas apuestas ilegales, el futbolista estaba cobrando un total de 360.000 euros brutos por temporada. En las conversaciones, se pueden ver dos amigos que estarían implicados, apostando con perfiles falsos, aunque habría también más personas en Morón de la Frontera, beneficiados por este escándalo.
Un caso similar es el del futbolista brasileño Lucas Paquetá. El centrocampista del West Ham se enfrenta a una sanción de por vida por forzar tarjetas amarillas para que sus familiares y amigos ganaran dinero en las casa de juego. Un lío más para el Sevilla FC, por el que habrá que esperar para conocer su resolución.