Ya es oficial. Juana Rivas ha entregado a su hijo menor, Daniel, a su padre Francesco Arcuri. Se ha producido en los Juzgados de Caleta, en Granada, tras tres largas horas desde la llegada al enclave y tras no atenderse la voluntad del menor de no ir a Italia.
Crónica de una entrega anunciada
Desde que el pasado martes se llevase a cabo el ‘conato’ de entrega en el Punto de Encuentro Familiar, desde la autoridad judicial se instó a que la entrega este viernes, definitiva y sin ningún tipo de vuelta atrás, a pesar de todas las informaciones que han ido surgiendo en los últimos días, se realizase en la más estricta confidencialidad.
Es por ello que finalmente el lugar elegido para la misma fuesen los propios Juzgados de Caleta, lugar al cual podrían acceder sin ser vistos públicamente, aspecto muy criticado y señalado por la propia jueza del caso, como sucedió el pasado martes, generando un ‘espectáculo mediático’, algo que no beneficiaba a nadie, especialmente al pequeño Daniel.
La entrega del hijo de Juana Rivas será en un lugar que preserve su intimidad
Juana Rivas llegaba al enclave indicado en torno a las 9:05 horas de la mañana de este viernes, con rostro visiblemente serio, y con algo o alguien a su lado con un abrigo por encima, presumiblemente su hijo menor.
Más tarde, haría lo propio Francesco Arcuri, quien llegaba solo, y poco más tarde lo haría su abogado, Cerlapo Bardi, quien, a pesar de estar rodeado de medios de comunicación que insistían en obtener cualquier información del caso, éste se negaba a ofrecer dato alguno.
Una tensa espera
A pesar de que el desenlace de la historia estaba claro tras las últimas informaciones que llegaban del caso, todavía podría haber un halo de esperanza en el entorno de Rivas en que su hijo menor finalmente se quedase con ella.
Una esperanza que con el paso de las horas de este viernes se ha ido consumiendo, tras las negativas judiciales y los reiterados mensajes de imposibilidad de las autoridades de retener al menor.
De hecho, solamente los tribunales tenían potestad para decidir si finalmente Daniel no viajaba a Italia junto a Arcuri, aspecto que, definitivamente, no ha sucedido.
En torno a las 11:00 horas de la mañana de este viernes, Juana Rivas salía de las dependencias de los Juzgados de Caleta, totalmente sola, muy consternada, en contraposición a su llegada. Esto ya hacía presagiar el desenlace de esta entrega, que una hora más tarde, sobre las 12:15 horas, se corroboraba, tras la salida de Francesco Arcuri, de forma vertiginosa y sin que apenas pudiera ser captado por los medios, al ir escoltado por furgones de la Policía Local, salía de los Juzgados, incluso en dirección contraria para tener una salida más accesible de la zona y no ser captado por las cámaras, acompañado de su hijo menor, Daniel, tomando rumbo directo hacia Italia.
Un caso aún en el aire
Tras todo lo acontecido en las últimas semanas, aún sobrevuela la pregunta de lo que sucederá a partir de ahora. Lo que está claro es que Arcuri regresa a Italia con su hijo menor, a pesar de que éste último no quiere estar con su padre.
Ahora, el padre tendrá que ser juzgado y enfrentarse en los próximos meses por las autoridades italianas por las denuncias interpuestas contra él por presuntos malos tratos hacia sus hijos.
Y también está el caso de Juana Rivas, a quien en las últimas horas la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada ha ordenado investigar por sustracción de su hijo menor tras el receso navideño.
Un caso que no termina con la entrega del menor y que tendrá más capítulos en su historia hasta su definitivo final.
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