La iniciativa, respaldada por el PP, PSOE y Vox (con la abstención de Hacemos Fuengirola), permitirá edificar este tipo de viviendas tanto en suelo público como privado, siempre que no tengan un uso específico asignado o estén calificados con fines de interés público o social.
La concejala de Urbanismo, Rocío Arriaga, ha destacado que este paso permitirá «agilizar la tramitación administrativa y urbanística» y avanzar en la construcción de viviendas municipales. En la actualidad, Fuengirola cuenta con 92 inmuebles de apoyo municipal, tiene 39 en construcción y está tramitando la puesta en marcha de otros 40.
«Es una herramienta que nos facilita seguir construyendo soluciones habitacionales para vecinos en situación de vulnerabilidad», ha subrayado Arriaga, quien ha recordado que la vivienda es una de las prioridades del equipo de gobierno durante el presente mandato.
Qué permite el decreto
La nueva norma andaluza permite aprovechar suelos actualmente calificados para otros usos, como terciario o turístico, para destinarlos a viviendas protegidas sin necesidad de modificar el PGOU. También permite aumentar hasta un 20% la densidad de viviendas (número de unidades por parcela) en suelos residenciales, y hasta un 10% la edificabilidad en parcelas ya destinadas a vivienda protegida.
En suelos dotacionales sin uso específico se podrán construir viviendas protegidas destinadas únicamente al alquiler. En cuanto al suelo de equipamiento comunitario, este podrá destinarse a alquiler social, respetando condiciones de altura (máximo cuatro plantas) y distancias para integrarse adecuadamente en el entorno urbano.
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