La provincia de Granada ha registrado en los últimos tres años 14 accidentes laborales por golpes de calor. La mayoría de ellos fueron leves, pero uno provocó el fallecimiento del trabajador, según los datos recopilados por la Junta de Andalucía, que ha puesto en marcha la campaña para prevenir los accidentes laborales por altas temperaturas, una iniciativa bajo el lema ‘¿Y si pudiéramos cambiar el destino y evitar un golpe de calor?’.
El delegado de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta en Granada, Javier Martín, ha presentado la campaña y ha destacado que la capacidad de adaptación del cuerpo humano en periodos de altas temperaturas «es elevada, si bien estos mecanismos fisiológicos tienen sus límites a partir de los cuales se pone en riesgo la salud de los trabajadores, sobre todo si convergen otros factores agravantes como son los trabajos en el exterior o las tareas pesadas».
Los empleados de sectores como la construcción y la agricultura con quienes más sufren los golpes de calor, pero también los de la hostelería, especialmente los que trabajan en el exterior de los establecimientos.
La campaña ‘¿Y si pudiéramos cambiar el destino y evitar un golpe de calor?’ pretende concienciar a los trabajadores de que «ninguna actividad está exenta del estrés térmico» ya que si se desarrolla «en espacios cerrados sin acondicionar, los trabajadores también pueden sufrir mareos, desvanecimientos, vómitos, e incluso, síncopes que pueden agravarse si además presentan patologías previas».
La actual normativa laboral ya obliga a los empresarios a garantizar la salud y la seguridad laboral de sus empleados, incluida la protección ante el calor extremo. Entre otros aspectos, la norma contempla la reducción o modificación de la jornada en situación de riesgo amarillo o naranja por altas temperaturas.
Recomendaciones para evitar golpes de calor en el trabajo
Los expertos han explicado una serie de recomendaciones para evitar golpes de calor en el trabajo, como pueden ser «aumentar las pausas y descansos, habilitar para la plantilla expuesta zonas de sombra, proveerle de agua fresca, facilitar ropa de trabajo transpirable y adaptar las funciones a las condiciones meteorológicas durante el periodo de altas temperaturas».
Además de las medidas preventivas que debe adoptar el empresario, los trabajadores también deben actuar con responsabilidad «comprobando si se han dispuesto los medios necesarios para acometer las tareas encomendadas en situaciones de calor extremo, si saben utilizarlos correctamente, si son los adecuados y aplicando las directrices recibidas para estos casos».
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