El Granada crece en el armisticio. No fue capaz de hacer un rasguño a Las Palmas, aunque lo intentó con ‘malafollá’ y, tal vez, se hubiera llevado el cinturón si se hubiera definido a los puntos. Sí mostró al granadinismo, en cambio, su faceta más madura, la de un plantel que ya sí parece sólido y capaz de luchar en igualdad. Incluso frente a los cocos, aunque el cuadro canario no lo pareció en Los Cármenes. El equipo evoluciona y ya no parece que le castiguen los peajes de su juventud. Si logra afilar, el panorama puede cambiar. De momento, ya lleva un mes sin perder. Quién lo habría dicho.
Pareciera que Pacheta hubiera tenido todo este tiempo un hacha sin usar, veneno en el bar y una pistola que ahora ha aprendido a limpiar, como cantaría Ana Mena. Hay algo distinto en el Granada desde que echó tres puntos al bolsillo por primera vez. Ahora compite, cree y hasta parece estar corrigiendo sus males endémicos. Frente a Las Palmas, la premisa la manifestó Álex Sola apenas la pelota empezó a rodar. Los canarios la echaron atrás como ya casi ni se estila y, en cuanto quisieron darse cuenta, se encontraron aprisionados, aunque tampoco llegaron a sufrir.
Los rojiblancos saltaron voraces, como si su entrenador les hubiera mantenido en ayunas toda la semana y les hubiera prometido un banquete. Sola blandió el cuchillo tras el primer robo, en un gesto casi automático, sin un atisbo de duda, seguro Horkas para privarle del bocado. Los suyos no tenían espacio ni para respirar, con una camiseta de franjas siempre pegada a la espalda, aunque no parecieron inmutarse. Impasibles, pese al acecho nazarí, preservaron la compostura dictatorial que se le presupone a un recién caído de la élite, que como corresponde replicó para evitar que se le subieran a las barbas. Se giró Ale García con maestría y descargó hacia el balcón del área para que Loiodice buscara el pase a la red, pero Oscar Naasei sacó la ‘gadgetopierna’ para taponar.
No hubo en los de casa, sin embargo, temor como en otras ocasiones en que se ha visto amenazado pronto. El Granada evidenció el respeto con sobriedad, pero con irreverencia. Empezó a desplegarse por las alas y los canarios sí sintieron que el cuello de la camiseta les apretaba demasiado. Se adelantaron Baïla Diallo y Faye como compañeros de carrocería para que el senegalés acelerara hasta línea de fondo. Tocó con sutileza para que la pelota cayera en la bandeja, pero no llegó Pascual a echarse el gol a la boca. Lo necesita como el comer.
Las Palmas se empezaba a congestionar y solo Loiodice aclaraba algo. A balón parado, merodeaba las dependencias de Iker García, pero el chaval seguía sin una palomita con que recordar su estreno. Viti arqueó un envío y Manu Fuster descargó con un frentazo, pero el golpeo de Ale García fue defectuoso. El Granada sí enseñaba el colmillo como un perro enrabietado, aunque no lo hincaba. Pascual, de nuevo, quiso rugir desde lejos, vehemente su golpeo, pero plano y sin atino.
Bouldini, lesionado y entre lágrimas
Regresaron indemnes los dos contendientes del vestuario, lo que empezaba a poner nerviosos a los de Luis García. Pretendieron en la reanudación ganar yardas, pero quien acarició el gol, con la sutileza con que puso la espuela, fue Sergio Ruiz tras otro vuelo de Álex Sola por la banda. El motor se les venía abajo y los ojos rojiblancos se iban inyectando en sangre. Saltaron a agitar el avispero Pejiño, Álex Suárez y Kirian, ovacionado este último en reconocimiento a su eterna lucha. Pacheta, en cambio, reclutó a Bouldini, aunque le duró un asalto. Atacó un centro que Barcia sacó y el central se llevó por delante también su tobillo. Se marchó entre lágrimas.
Se reubicó Faye en punta y saltó Gagnidze, al tiempo que Mata afilaba al cuadro canario por el también lesionado Recoba, que se marchó en brazos de los sanitarios mientras la camilla se llevaba a Bouldini. La interrupción, empero, lo enfrió todo. Los de franjas lo siguieron buscando, aunque con el piloto de la reserva iluminado en el depósito, en lo que los canarios casi desistieron. Al final, los dos parecieron firmar las tablas. No es un gran botín, pero sí parece cosechar algo interesante en Los Cármenes.
Ficha técnica:
Granada CF: Iker García; Pau Casadesús, Manu Lama, Oscar Naasei, Baïla Diallo; Rubén Alcaraz, Sergio Ruiz (Manu Trigueros, 90’), Pedro Alemañ (Pablo Sáenz, 75’); Álex Sola (Samu Cortés, 90’), Souleymane Faye y Jorge Pascual [Mohamed Bouldini, 68’ (Luka Gagnidze, 75’)].
UD Las Palmas: Dinko Horcas; Marvin, Herzog (Álex Suárez, 65’), Sergio Barcia, Clemente; Amatucci, Loiodice (Kirian, 65’), Iván Gil [Recoba, 56’ (Mata, 77’)]; Manu Fuster, Viti (Pejiño, 65’) y Ale García.
Árbitro: Álvaro Moreno Aragón, del comité madrileño. Amonestó al local Diallo, así como al visitante Clemente.
Incidencias: encuentro correspondiente a la 9ª jornada de Liga en Segunda División, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 13.295 espectadores. La atleta María Pérez realizó el saque de honor por su reciente doble oro logrado en el Mundial de Atletismo.