Un nuevo guardián tratará de proteger la racha del Granada. Con los dos porteros de la primera plantilla concentrados con sus respectivas selecciones, el joven Iker García, de tan solo 19 años, se ubicará bajo los palos de Los Cármenes con la misión de defender al conjunto rojiblanco. Todo un reto para el chaval, en medio de una prueba de nivel para los mayores. Las Palmas pasa por el feudo del Zaidín (20.30 horas) para examinar la reacción del cuadro nazarí, que puede levantar el vuelo definitivamente.
En otras circunstancias, podría ser este uno de los duelos directos por el ascenso, pero la realidad actual separa todavía mucho al Granada de tales objetivos. No obstante, el conjunto rojiblanco es un equipo de ilusión renovada, como si de un plumazo y con una goleada hubiera borrado todas las carencias que le persiguieron en un arranque horrible. Pacheta, sin embargo, no se confía. Sabe que su plantel dista mucho de funcionar como debiera e incluso en la fiesta frente a la Real Sociedad B terminó temblando, aunque tampoco se le escapa que este test puede cambiar mucho la situación.
Las Palmas es un hueso. Recién descendido, es aspirante a regresar a Primera División por la vía rápida. No ha firmado un inicio fulgurante, aunque le ha dado para instalarse en los pisos altos de la clasificación, con 14 puntos y una defensa férrea. Es el equipo que menos ha encajado de la categoría, si bien en la faceta goleadora no es de los más afilados. El joven Ale García, con tres dianas, e Iván Gil, que lleva dos, sacan punta a un conjunto canario que pretende el retorno con una plantilla plagada de viejos conocidos.
Sin más cambios previstos
Pondrán a prueba la capacidad de un Granada mermado por el ‘virus FIFA’, aunque en el esquema predilecto de Pacheta solo incide en la meta. Sin Luca Zidane ni Astralaga, le toca a Iker García ponerse los guantes, presumiblemente como única alteración del once que devoró al filial txuri-urdin. Pau Casadesús se escorará hacia un costado y Baïla Diallo se apostará en el otro, con Manu Lama y Oscar Naasei en el eje.
Por delante, Rubén Alcaraz echará el ancla, con la misión de liberar a Sergio Ruiz y, sobre todo, Pedro Alemañ. La sociedad más prolífica de los rojiblancos, la que forman Álex Sola y Souleymane Faye, se repartirá los flancos en el ataque, a cada jornada más sueltos. Cada uno lleva un par de tantos, todos anotados para contribuir a las dos victorias que enlaza su equipo. En punta, aunque todavía se le resiste el gol, cabe esperar que aparezca Jorge Pascual, con Bouldini todavía en busca de su plenitud física. Le conviene empezar a aguzar el colmillo.
La cita propone, probablemente, la mejor ocasión con la que se han cruzado los de Pacheta hasta ahora. Si hacen los deberes y ganan, pueden saltar hasta la mitad de la tabla. La derrota, en cambio, podría devolverles al descenso. Los Cármenes también jugará, aparentemente reconstruida la relación entre la grada y el vestuario. Tal vez, resulte fundamental.