La imagen dio la vuelta al mundo: Jesús, un joven de 27 años que había regalado su entrada VIP para ver a Bad Bunny porque su madre tenía que pasar por quirófano, pudo conocer al cantante puertorriqueño. Es más, lo hizo equipado con una chaqueta con el rostro del artista, que se llevó firmada. Y con ese autógrafo, el corazón de la granadina Elena Ramírez dio un vuelco. Una prenda que había diseñado ella, casi como una afición, había sorprendido a una de las voces más escuchadas del planeta actualmente. «Cada vez que lo pienso o veo las fotos, lloro», confiesa.
La vida de esta diseñadora de La Herradura, de alguna manera, ha cambiado. «No soy tan conocida, tengo mi cuenta pequeñita y cuesta arrancar. A raíz de esto, me han salido más cosillas y estoy muy feliz», reconoce. «Estoy en las nubes. Para mí, es algo increíble, porque hay mucha gente que me escribe para que haga cosas o darme ánimos para seguir adelante», detalla, sin olvidar que antes del ‘boom’, hubo momentos en los que pensó «dejarlo como hobby».
Pero las redes hicieron su magia y giraron por completo la situación. Y todo, afirma, por tener un gesto con el protagonista de un vídeo que le conmovió. «Mi marido me comentó que había visto los vídeos de un chico que no podía ir al concierto de Bad Bunny. Yo no lo había visto. Cuando lo hice, me llegó mucho su historia. Los vi todos y vi el cariño que tenían los dos, la madre y él, cómo se hablaban, la humildad… A mí, su historia me llegó. Así que quise hacerle un regalo. Tenía la chaqueta disponible y no me lo pensé», narra.
«Esta se la regalo para ellos», resonó una voz en su interior con decisión. Aunque, claro, la logística resultó algo más compleja que seguir el impulso de su corazonada. «Intenté ponerme en contacto con ellos, que era muy difícil, pero al final lo conseguí. Conseguí su número de teléfono, le llamé y le dije ‘mira, Jesús, tengo una chaqueta de Bad Bunny disponible y quiero que sea para ti’. Le enseñé una foto y le gustó un montón. Le dije que era un regalo que le quería hacer a él y a su madre», relata. Entonces, él ya le advirtió de que se la pondría en el concierto del puertorriqueño, pero ella no podía imaginar lo que sucedería después.
Emoción a miles de kilómetros de Puerto Rico
Porque la historia de Jesús había llegado a Tainy, productor del cantante, que se encargó de que pudiera conocer a su ídolo. Y al otro lado del charco, la emoción puso un brillo especial en los ojos de Elena. «Lo he vivido muy nerviosa, muy emocionada, feliz… No he parado de llorar pensando y viendo que Bad Bunny ha visto mi chaqueta, que yo la hice aquí, en mi cuarto tan pequeñito, sin pensar en nada», exterioriza con un entusiasmo incontenible.
Así fue el momento de la firma de Bad Bunny de la chaqueta diseñada por una granadina
«En algún momento lo sueñas y dices ‘¿te imaginas que alguna vez Bad Bunny la viera?’, pero nunca lo ves posible, porque es una estrella tan grande que pensaba que jamás llegaría hasta allí. Jesús, en sus directos, decía que lo iba a intentar, que iba a hacer lo posible para que la viera, pero yo no lo veía capaz, sino como algo imposible», todavía trata de asimilarlo. Pero ocurrió y ahora, su panorama es distinto. «Para mí, esto está marcando un antes y un después. Están saliendo más cosillas. No quiero dejarlo», sostiene. «Ahora quiero seguir creciendo, haciendo más cosas, aprendiendo más y no voy a dejar estar un montón de ideas que tengo en la cabeza», promete, con la misma convicción con la que sonó entonces aquella voz interior que le cambió la vida.