Como es habitual por estas fechas, las flores de la jacaranda tiñen de morado las calles de Málaga dejando una estampa muy bonita. Sin embargo, este árbol sudamericano tiene dos caras. A pesar de dejar preciosas imágenes, también es una flor muy sucia y resbaladiza.
Este árbol sudamericano es muy común en la ciudad porque tiene una importante misión, la de absorber CO2. De hecho, según un estudio de la Universidad de Sevilla, en una calle de cien metros de longitud y diez árboles plantados, la jacaranda absorbe gases emitidos por 1.400 coches. Uno de estos árboles absorbe una tonelada de CO2 al año.
El Ayuntamiento de Málaga, a través de la Empresa de Limpieza de Málaga SAM, ha reforzado la limpieza viaria en la ciudad por la floración de estos árboles durante los meses de primavera. El plan de trabajo se compone de 76 equipos del servicio de baldeo con cien operarios que dedican parte de su jornada a estas tareas destinadas a eliminar los restos de flores en el acerado y en la alzada.
Desde el Consistorio han señalado que, actualmente, Limasam dispone de todos los medios previstos en el servicio de baldeo tras el levantamiento de las medidas aplicadas por el decreto de sequía por parte de la Junta de Andalucía y la autorización del uso de agua potable, de manera excepcional, para la limpieza y desinfección de viales.
Así, la totalidad de equipos que realizan labores especiales de limpieza viaria con agua se componen de 64 mini-hidrolimpiadoras y 12 cisternas autobaldeadoras, repartidos en turnos de mañana y tarde, con una dotación de 100 operarios. Este dispositivo especial de limpieza continuará activo hasta el final de la floración de las jacarandas, estimado para mediados del mes de junio.
Por parte del servicio de Parques y Jardines del área de Sostenibilidad Medioambiental se aplica un tratamiento biológico que consiste en erradicar el pulgón, que es el que provoca que el árbol genere la sustancia pegajosa.
Características de la jacaranda
La jacaranda puede medir de seis a 20 metros de alto y el diámetro de su copa va desde los cinco hasta los 20 metros. Estas dimensiones permiten crear amplias zonas de sombra. El diámetro de sus raíces, por su parte, puede llegar a los cuatro metros y su profundidad en el suelo es de 1,5 metros.
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