El Hospital Universitario Virgen Macarena y la Hermandad de la Macarena colaborarán para la puesta en marcha de un jardín lúdico y terapéutico, denominado ‘Jardín de la Esperanza’, un espacio ubicado en una de las terrazas exteriores de la séptima planta del centro hospitalario. Esta nueva zona al aire libre podrá ser usada por los más de 1.000 niños que cada año ingresan en el centro y sus familias. El presupuesto global del diseño previo asciende a cerca de 130.000 euros que, una vez recaudados, permitirán el inicio de las obras.
La consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, ha presentado el proyecto junto al director gerente del Hospital, Miguel Ángel Colmenero, y el hermano mayor hermandad de La Macarena, José Antonio Fernández. Allí ha destacado que “la hospitalización infantil supone un reto no solo físico, sino también emocional y psicológico tanto para los niños como para sus seres queridos”, ya que “los largos periodos de ingreso generan un gran impacto en su bienestar y por ello, se hace fundamental la creación de espacios que contribuyan a humanizar la experiencia hospitalaria”, ha dicho.
Los costaleros de la Macarena
La iniciativa surge de la Hermandad de La Macarena, muy vinculada al centro hospitalario, y con siglos de historia de solidaridad con los vecinos de Sevilla. El Hermano Mayor, José Antonio Fernández Cabrero, ha explicado que dentro de la corporación, la caridad es un pilar básico y cada sector de la hermandad contribuye en muchos proyectos. Este, en concreto, saldrá adelante por parte de los costaleros.
El Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, ha señalado que el Jardín de la Esperanza “es un proyecto que no sólo simboliza, sino que materializa el concepto de la esperanza”. “Nada hay que simbolice más la esperanza que un niño, que tiene todo el futuro por delante; y pocas cosas existen que generen tanta esperanza como estar enfermo y saberse atendido y cuidado por profesionales sanitarios excelentes. Y el Jardín unirá esos dos conceptos, la infancia y la salud, para erigirse como un espacio de esperanza cierta y sanadora”, ha manifestado.
Siete espacios con casi 500 m2
El ‘Jardín de la Esperanza’ es un ambicioso proyecto que convertirá cerca de 500 metros cuadrados en un lugar mágico, con siete zonas interrelacionadas mediante un hermoso hilo conductor: un camino a la esperanza. Cada uno de estos espacios estará equipado para un uso específico donde los niños podrán desarrollar diferentes actividades que contribuyan a acelerar su recuperación. Para ello, se ha recurrido al color, la naturaleza, el teatro, la escalada, el arte y el universo onírico.
En la actualidad, los pacientes más pequeños tienen a su disposición un aula hospitalaria en la sexta planta. El ‘Jardín de la Esperanza’ va a ser el primer espacio al aire libre que se va a habilitar como zona de juegos en el centro hospitalario, donde los menores podrán seguir su actividad educativa y también podrán divertirse, al tiempo que podrán recibir visitas de amigos o familia en una zona exterior decorada para hacer olvidar el ambiente hospitalario.
Deporte, educación y diversión
El proyecto ‘Jardín de la Esperanza’ es un espacio al aire libre cuidadosamente diseñado para ofrecer momentos de juego, distracción, relajación y contacto con el aire libre. Este tipo de entornos favorece una mejora del estado anímico de los menores, fortalece su capacidad emocional para sobrellevar el ingreso hospitalario y puede contribuir a acelerar su recuperación.
El ‘Jardín de la Esperanza’ albergará siete espacios interconectados con una zona de juegos, con estructuras de juego seguras y adaptadas a diferentes edades y capacidades: toboganes, columpios, túneles y zonas de equilibrio, integradas en un entorno con suelos amortiguantes y vegetación natural o artificial.
Además, el diseño contempla ‘el teatro de los deseos’, un escenario al aire libre donde los pequeños podrán desarrollar actividades de expresión corporal, música, disfrutar de cuentos dramatizados o juegos relacionados con el teatro. Igualmente, se contará con una zona de escalada adaptada, ‘la montaña de los valientes’, destinada al desarrollo físico y psicomotor. En la ‘fábrica de colores’, los más pequeños podrán desarrollar su capacidad artística y en ‘el rincón de los sueños’ se creará un refugio cultural y emocional que albergará una selección de cuentos y libros ilustrados así como material audiovisual adaptado a las distintas edades.
La azotea contará con elementos que permitan generar zonas de sombra sin perder el impacto de estar al aire libre. El proyecto también incluye un aula cubierta y en zona interior con gran luminosidad, equipada con material específico para que los profesionales docentes puedan realizar su actividad formativa.