Antequera vuelve a ser punto de encuentro cofrade durante todo este fin de semana con motivo del décimo congreso de hermandades del Dulce Nombre. Un evento que, organiza en esta edición la Archicofradía de Abajo.
Desde la corporación cofrade cifran en unas doscientas personas las que acuden en general llegados desde diferentes puntos de España además de Andalucía como Albacete, Murcia o Alicante. Un encuentro que ha contado con visitas guiadas a la ciudad, una jornada formativa durante el sábado en el Museo de Antequera con ponencias sobre la tutela patrimonial del arte sacro en Andalucía o sobre los casos de traslados de las hermandades del Dulce Nombre de Jesús de Sevilla y de Antequera. De esta forma, durante los tres días, la ciudad ha sido testigo de un evento marcado por la devoción, el patrimonio y la fraternidad cofrade.
El altar mayor lució con esplendor, rememorando grandes funciones religiosas. La embocadura del camarín fue decorada como fondo del estandarte del JHS, mientras que el Dulcísimo Nombre de Jesús Nazareno presidía la ceremonia, situado sobre una mesa de altar exenta. La imagen, ataviada con su túnica bordada de cola y adornada con broches y lazos en torno al JHS de su cuello, estaba rodeada por flores metálicas y candeleros que creaban un entorno majestuoso.
La misa incluyó la consagración de la nueva mesa de altar, que simboliza el legado espiritual y artístico de este congreso. Este elemento monumental, diseñado para armonizar con el conjunto del templo, se ha convertido ya en un recuerdo imborrable del evento. El día concluyó con una cena de confraternidad, en la que los asistentes compartieron anécdotas y experiencias en un ambiente distendido.
Día 3: Despedida y clausura
El domingo 19 de enero, los congresistas realizaron una visita conjunta por los principales puntos culturales y religiosos de Antequera, disfrutando de la riqueza patrimonial de la ciudad. La jornada concluyó con un almuerzo de confraternidad, en el que las despedidas estuvieron marcadas por la gratitud y la emoción.
El décimo Congreso de Hermandades y Cofradías del Dulce Nombre de Jesús dejó una huella profunda en todos los asistentes, consolidando a Antequera como un lugar privilegiado para encuentros de esta magnitud. Con su riqueza cultural y la calidez de su gente, la ciudad fue el escenario perfecto para reforzar la devoción, la reflexión y la fraternidad que unen a estas hermandades.