Por segundo año consecutivo, la Diputación de Sevilla ha activado un plan de emergencia para combatir la propagación del Virus del Nilo Occidental en 15 municipios de la provincia, tras asumir unas competencias que, según denuncian, deberían recaer en la Junta de Andalucía. El dispositivo incluye un contrato de 6 millones de euros vigente hasta diciembre de 2025, y una nueva aplicación móvil para mantener a la ciudadanía informada. “Los ayuntamientos no tienen ni recursos técnicos ni económicos”, ha explicado el Diputado del Área de Servicios Públicos Supranacionales de la Diputación de Sevilla, Gonzalo Domínguez.
Todo comenzó cuando la Junta de Andalucía comunicó a 15 municipios de las zonas con especial incidencia del virus, que eran competentes para realizar los tratamientos. “Incluso el municipio de Dos Hermanas, que es el más grande de la provincia, no tiene recursos técnicos ni económicos para desarrollar este tipo de actividad que hasta ahora era desconocida en el mundo local”, señala Domínguez.
Ante esta situación, la Diputación de Sevilla activó en julio de 2024 un contrato de emergencia con Tragsatec por valor de 1,5 millones de euros, que cubría el tratamiento hasta noviembre de ese mismo año. Posteriormente, se firmó un nuevo acuerdo por 6 millones de euros, vigente desde diciembre de 2024 hasta finales de 2025, para asegurar la continuidad de los trabajos. “Esto no es una competencia local, sino un problema de Salud Pública”, insiste Domínguez, quien además confirma que han iniciado un contencioso administrativo contra la Junta de Andalucía por esta cuestión.
Circulación controlada
El esfuerzo parece estar dando resultados. Según datos oficiales, la provincia de Sevilla no registra ningún caso humano ni animal este año, aunque se ha detectado circulación del virus en tres municipios: Lebrija, Villamanrique y Puebla del Río. “Eso significa que las cosas se están haciendo muy bien. Hasta el mes de noviembre estamos en temporada alta, pero hay un control absoluto y en coordinación con la Dirección General de Salud Pública”, asegura Domínguez.
Como novedad, la Diputación ha lanzado la app móvil ControlM, desarrollada por Tragsatec, para que la población pueda conocer en tiempo real dónde se están realizando tratamientos, si hay focos detectados y cómo actuar. “Esto hace que se desmonten todos los bulos. La gente está más tranquila y está colaborando: usando repelentes, mosquiteras y evitando almacenar agua”, añade Domínguez.
Vigilancia continua
En cuanto a la operativa, Antonio Luque, coordinador del grupo de trabajo del mosquito de Tragsatec, explica que el tratamiento incluye seguimiento constante por parte de 12 equipos, que trabajan de lunes a viernes. “Se hacen actuaciones larvicidas en puntos de agua con larvas usando bacilo, y tratamientos adulticidas puntuales en refugios de mosquitos”, detalla Luque. “Todo se graba en una aplicación para que los ayuntamientos estén informados al momento”.
La clave del éxito, según Luque, está en la “perseverancia” y en la “adaptación constante al terreno”, sobre todo en tramos de cauces con agua residual o en las tablas de arroz, foco principal del problema. “Pedimos a Salud Pública que nos dejaran tratar las tablas de arroz como se hace en otras comunidades autónomas. Nos autorizaron, y hoy podemos decir que prácticamente la circulación en la provincia de Sevilla se ha parado”, celebra Domínguez.
Municipios implicados
Los municipios incluidos en el plan son, en el margen izquierdo del Guadalquivir: Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Los Palacios, Utrera y Lebrija y en el izquierdo, Villamanrique, Aznalcázar, Bollullos de la Mitación, Mairena del Aljarafe, Almensilla, Palomares del Río, Coria del Río, La Puebla del Río e Isla Mayor.
Se eligieron por estar rodeados del río y tener antecedentes de casos en años anteriores. En los municipios con detección de mosquitos infectados, se ha intensificado la búsqueda de larvas y el uso de adulticidas en zonas perimetrales.