Han pasado diez días desde que Haitam falleciese en un locutorio de Torremolinos y sus familiares siguen recordándole. El joven sufrió una parada cardiorrespiratoria, presuntamente, producida tras recibir una descarga de una pistola táser. Los agentes de la Policía Nacional, que actuaron según el protocolo para reducir al presunto ladrón, fueron quienes intentaron reanimar a la víctima, aunque sin éxito.
Sin embargo, sus allegados siguen reclamando «justicia», como así han expresado en la última semana con protestas pacíficas en las puertas del juzgado. Desde la familia siguen poniendo en duda la versión oficial de la Policía y es por ello que reclamarán una segunda autopsia y la presencia de un perito externo.
A través de un comunicado oficial, emitida a los distintos medios de comunicación, aseguran que se encuentra «plenamente a disposición de la Justicia». Tras el visionado de las cámaras, los familiares aseguran que «puede apreciarse que el dinero permanece en todo momento visible y a su alcance, sin que sea sustraído».
Comunicado oficial
«Nosotros, la familia de Haitam Mejri, deseamos trasladar a la opinión pública que estamos plenamente a disposición de la Justicia y que nuestro único objetivo es el esclarecimiento completo, objetivo y transparente de las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Haitam.
Tras el visionado de las grabaciones existentes, la familia entiende que quedan descartados determinados extremos que se han difundido públicamente, en particular un supuesto robo, el uso de unas tijeras como elemento de riesgo y la existencia de violencia contra los agentes. En las imágenes puede apreciarse que el dinero permanece en todo momento visible y a su alcance, sin que sea sustraído, que las tijeras de papelería, de punta redonda, ya se encontraban dentro del locutorio para uso del propio establecimiento y son soltadas inmediatamente en el momento en que el agente se lo requiere, y que no se observa intento alguno de agresión a los agentes intervinientes.
Asimismo, y ante la existencia de discrepancias técnicas apreciables entre distintos profesionales intervinientes, se ha solicitado formalmente la práctica de una segunda autopsia, con presencia también de un perito ajeno al servicio judicial, con el fin de aclarar la causa del fallecimiento mediante criterios estrictamente médicos y periciales.
Tras dicho visionado, resulta difícil mantener la confianza en determinadas instituciones que se han esforzado en trasladar a la opinión pública una versión de los hechos sensiblemente distinta a la que reflejan las imágenes ahora conocidas. En ese mismo contexto, la familia no puede dejar de señalar que el cuerpo del fallecido fue tenido por no identificado durante varios días, pese a portar en todo momento su documentación personal, sin que se haya ofrecido una explicación razonable de tal circunstancia.
Por todo ello, la familia considera que aquellas instituciones que han manifestado públicamente que se trataba de un robo, que el fallecido actuó de forma agresiva o que han difundido comentarios relativos a supuestos antecedentes personales deberían proceder igualmente a una retractación pública, como muestra de respeto a la verdad, a la dignidad de la víctima y a sus familiares.
La familia agradece las muestras de apoyo recibidas y reitera su confianza en que el proceso judicial permita esclarecer los hechos»
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