La Feria del Libro de Córdoba ha conmemorado su 50 aniversario con una edición especial celebrada entre el 17 y el 26 de octubre, que reunió a más de 25.000 visitantes y contó con la participación activa de 5.000 personas en las 120 actividades programadas. Presentaciones, firmas de autores y talleres marcaron el ritmo de un evento que consolida su traslado al calendario otoñal.
La cita, considerada el mayor evento cultural de la ciudad, fue organizada por primera vez por la Asociación de Papelerías y Librerías de Córdoba (Aplico), que diseñó una programación amplia y diversa para celebrar medio siglo de historia. La entidad destacó que la respuesta del público confirma la buena salud de la feria y su arraigo entre los cordobeses.
Coincidiendo con el día de San Rafael, patrón de la ciudad, Aplico impulsó una iniciativa singular: vincular la compra de libros con el tradicional pastel cordobés. Según explicó el presidente de la asociación, José Luis Duval, el objetivo era crear “nuestro particular día de San Jordi”. La propuesta tuvo gran acogida, ya que las 500 porciones preparadas se agotaron en pocas horas. Duval confía en que esta actividad se convierta en una tradición permanente.
En el ámbito comercial, los libreros señalaron un ligero aumento en las ventas respecto a la edición de primavera de 2024. Entre los títulos más demandados figuraron Está lloviendo y te quiero, de Antonio Mercero (miembro del colectivo Carmen Mola); Los tres mundos, de Santiago Posteguillo; A tu vera, de Sandra Morales; Corazón de oro, de Luz Gabás; La biblioteca de Córdoba, de Andrea D. Morales; Arte de hablar, de Xavier Guillén, y Las Tendillas de Córdoba, de Francisco Solano. Excepto Posteguillo, todos los autores más vendidos participaron en la feria, junto a otros nombres destacados de la literatura actual como Susana Martín Gijón, Elsa Punset, Isaac Rosa o Elvira Navarro.
Aplico también realizó una encuesta entre sus socios y las librerías participantes. El 81% calificó la programación como sobresaliente y un 71,42% se mostró partidario de mantener la celebración en otoño, entre octubre y noviembre.
La edición contó con el apoyo institucional del Ayuntamiento de Córdoba, la Diputación, la Fundación Cajasur, la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía. La coordinación estuvo a cargo de la empresa cordobesa Verbo Servicios Culturales. Con este respaldo, la feria reafirma su papel como referente cultural y social de la ciudad, que durante nueve días convirtió el Bulevar del Gran Capitán en un punto de encuentro masivo para lectores y escritores.
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