La Guardia Civil ha abierto una investigación contra un conductor acusado de conducción temeraria y de no haber obtenido nunca el permiso de conducir, después de darse a la fuga en un control policial poniendo en grave riesgo la vida de los agentes y otros usuarios de la carretera.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 14 de noviembre, cuando agentes del Subsector de Tráfico de Córdoba realizaban un dispositivo de control para vigilar el cumplimiento de las normas de seguridad vial. Este tipo de operativos se han intensificado en la zona debido al aumento significativo de conductores y vehículos con matrícula extranjera que llegan durante la temporada de recolección de la aceituna.
Durante el control, los agentes indicaron a un turismo que se detuviera. Sin embargo, el conductor no solo ignoró las señales de alto, sino que aceleró su vehículo directamente hacia los agentes. Uno de ellos tuvo que apartarse rápidamente para evitar ser atropellado. Lo que siguió fue una fuga temeraria que puso en peligro a numerosas personas.
El vehículo emprendió la huida realizando maniobras extremadamente peligrosas por la vía pública. El conductor invadió repetidamente el carril contrario, poniendo en riesgo la integridad física de otros usuarios de la carretera. La persecución terminó de manera dramática: el turismo colisionó primero contra una vivienda y posteriormente sufrió otro choque, momento en el cual el conductor abandonó el vehículo y escapó a pie sin que los agentes pudieran identificarlo en ese instante.
Tras estos acontecimientos, la Guardia Civil intervino el turismo, que quedó bajo custodia judicial. Para esclarecer completamente los hechos e identificar al responsable, se solicitó la intervención del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), una unidad especializada en este tipo de casos.
Gracias a las pesquisas realizadas, días después los investigadores lograron localizar al presunto autor de los hechos. Se le han instruido diligencias por varios delitos: contra la seguridad colectiva, conducción temeraria y por no haber obtenido nunca un permiso de conducir. Toda la documentación del caso será entregada al Juzgado de Instrucción de guardia de Montoro.
Las consecuencias legales que enfrenta el investigado son severas. Por el delito de conducción temeraria, podría ser condenado a una pena de entre seis meses y dos años de prisión, además de la prohibición de conducir cualquier tipo de vehículo a motor o ciclomotor durante un periodo que va desde uno hasta seis años.
Por el delito de no haber obtenido nunca el permiso de conducir, las posibles sanciones incluyen prisión de tres a seis meses, una multa económica que se extendería entre 12 y 24 meses, o la realización de trabajos en beneficio de la comunidad durante un periodo de 31 a 90 días. Este último delito refleja que el individuo nunca ha tenido autorización legal para ponerse al volante.
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