Agentes de la Guardia Civil han protagonizado un arriesgado rescate en la provincia de Córdoba, logrando salvar la vida de tres personas que habían quedado atrapadas por una fuerte crecida de agua. El suceso tuvo lugar tras el desbordamiento del Arroyo de las Veredas, en el término municipal de Montoro, como consecuencia de las lluvias torrenciales provocadas por el paso de la borrasca Claudia.
El incidente se produjo la noche del pasado 15 de noviembre, alrededor de las 21:30 horas. En ese momento, un vehículo que circulaba por la carretera CP-117, vía que conecta las localidades de Pedro Abad y Montoro, se vio sorprendido por una avalancha de agua, barro y piedras que lo arrastró fuera de la calzada.
La alerta ciudadana y la respuesta policial
La intervención se activó gracias a la llamada de un testigo al servicio de emergencias 112. El ciudadano, que se encontraba en la zona, alertó de la situación crítica tras escuchar gritos de auxilio procedentes de la oscuridad. Sin embargo, la virulencia de la corriente y la falta de visibilidad nocturna le impedían acercarse para socorrer a las víctimas sin poner en riesgo su propia vida.
Ante la gravedad de los hechos, la Central Operativa de Servicio (COS) —el centro de mando encargado de coordinar las patrullas en la provincia— movilizó de inmediato a una unidad del Puesto de Bujalance. Aunque dicha patrulla ya se encontraba atendiendo otra incidencia relacionada con el temporal, fue derivada a este punto por ser la más cercana al lugar del siniestro.
Un rescate de alto riesgo
Al llegar al lugar, los agentes se toparon con un escenario complejo: el desbordamiento del arroyo había creado una fuerte corriente que atravesaba la carretera. Guiados por el testigo, pudieron ubicar la dirección hacia la que el agua había desplazado el coche.
Los guardias civiles evaluaron que existía un «riesgo real para la vida» de los afectados. Para acceder a ellos, improvisaron una técnica de seguridad utilizando su propio vehículo oficial. Colocaron el coche patrulla a modo de parapeto o escudo para romper la fuerza del agua y crear una zona de menor resistencia. Acto seguido, asegurados con cuerdas atadas a la cintura para no ser arrastrados, se adentraron a pie en la corriente.
Desenlace y atención médica
Tras un avance dificultoso, los agentes lograron localizar el vehículo siniestrado en un olivar próximo a la carretera. La escena era dramática: dos de los ocupantes se habían refugiado sobre el techo del coche, mientras que la tercera persona había logrado alcanzar un punto elevado del terreno, fuera del agua.
El operativo concluyó con el rescate de las tres personas, una a una. Las víctimas presentaban un cuadro clínico evidente de hipotermia (bajada peligrosa de la temperatura corporal), agotamiento físico extremo y crisis de ansiedad debido a la tensión vivida.
Para garantizar su recuperación, los agentes trasladaron rápidamente a los tres rescatados al Centro de Salud de Montoro. Tras la evaluación médica pertinente, se confirmó que, a pesar del susto y el frío, se encontraban ilesos y fuera de peligro.
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