Después de 48 años de espera, la Hermandad de los Javieres vivirá uno de los momentos más importantes de su historia: el regreso al templo del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle Jesús del Gran Poder, donde fue fundada en 1955. El anhelado retorno se ha hecho oficial con la firma de un acuerdo que permitirá a la cofradía establecerse nuevamente en este espacio.
El convenio, rubricado en una notaría sevillana, establece la cesión gratuita del templo y de la histórica capilla de los Luises durante un periodo de 40 años. A partir de ahora, la hermandad será responsable de la gestión, conservación y mantenimiento del edificio, con plena libertad para organizar el culto y distribuir sus imágenes en el interior del templo según sus necesidades litúrgicas y devocionales.
Uno de los puntos destacados del acuerdo es la garantía de acceso al sepulcro del venerable padre Tarín, figura muy ligada a la espiritualidad del templo. Se permitirá la visita de los fieles y la celebración de una misa anual en su honor cada 12 de diciembre, manteniendo así vivo su recuerdo en el nuevo día a día de la hermandad.
La fecha que ya se marca en el calendario con ilusión es el Martes Santo de 2026, cuando los Javieres realizarán su estación de penitencia desde este templo, retomando una tradición interrumpida hace casi cinco décadas. Será un momento cargado de simbolismo, en el que la hermandad volverá a salir desde el lugar donde nació su historia y se forjó su identidad.
Este retorno no solo representa una mudanza física, sino un reencuentro con las raíces, con la memoria y con el compromiso espiritual que dio origen a la corporación. La casa de los Jesuitas vuelve a acoger a los Javieres, cerrando así un ciclo que abre una nueva etapa para la hermandad.