Todos aquellos que pasen este lunes por la Basílica del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza, podrán disfrutar de una imagen añeja de la Dolorosa Perchelera. La Virgen de la Esperanza luce nuevo ‘la corona perdida’, se trata de una presea diseño de Curro Claros y ejecutada por Orfebrería Montenegro que recrea la corona que la virgen perdió en la histórica ‘quema de iglesias’ y que lució hasta 1931.
Curro Claros ha recreado en este trabajo esta corona tan emblemática que en tantas postales y estampas han podido contemplar los cofrades malagueños. Ahora, 94 años después de aquellos sucesos, una versión recuperada de la joya luce sobre las sienes de la Señora, convirtiéndose en una de las imágenes más añejas y señeras del imaginario popular de la antigua Semana Santa.
Para hacer este encargo, Claros ha trabajado a partir de fotografías antiguas, postales, recortes de prensa y hasta grabados para resucitar tan conocida pieza perdida. El diseñador malagueño dice sentir «una gran satisfacción, a la vez que una ardua tarea para combinar, tanto la sencillez y elegancia inocente de la pieza original de los talleres de Plata Meneses, como el adorno abigarrado de joyas, collares y pedrerías que se le añadían para exornarla de forma lujosa a la vez que popular». La corona está confeccionada en plata sobredorada con más de 1.600 gemas, destacando esmeraldas, amatistas, topacios y diamantes.
Aniversario fundacional
El 16 de junio no es una fecha cualquiera, ya que, en el año 1641, nació la Hermandad de la Esperanza, agregada a la del Dulce Nombre de Jesús y sembrando en la ciudad de Málaga, una devoción que ha perdurado viva y fecunda a lo largo de los siglos. Y en ese día de aniversario, de memoria y de identidad, se presentará oficialmente la recuperación de la corona de María Santísima de la Esperanza en un acto que tendrá lugar a las 18.30 horas en la basílica perchelera.
Esta presea que es un símbolo de amor colectivo y una manifestación de fe ha sido posible gracias a las donaciones de hermanos y devotos, como así ocurriera con la corona de coronación en 1988.