Las obras de remodelación de la Plaza Nueva comenzarán finalmente en octubre, tras un retraso respecto al inicio previsto para finales de agosto. El proyecto, con una inversión superior a 4,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, estará concluido en la primavera de 2027, según ha confirmado el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.
La intervención se dividirá en cuatro fases con el objetivo de reducir el impacto sobre el tráfico y los peatones, manteniendo la funcionalidad de este emblemático espacio durante los trabajos. Así lo explicó el gerente de Urbanismo, Fernando Vázquez, en la inauguración de una exposición sobre la historia de este emblemático enclave, que supera los 170 años de antigüedad.
El plan contempla la ampliación del espacio peatonal, que pasará de 88 x 48 metros a 105 x 59 metros, la nivelación del terreno y la pavimentación central con mármol blanco de Macael tratado para resistir manchas. El entorno se revestirá con granito de gran formato y la calzada entre Zaragoza y Méndez Núñez será adoquinada, eliminando el asfalto.
También se reorganizará el arbolado: cuatro palmeras serán trasplantadas para recuperar la simetría, se plantarán once plátanos y cuatro naranjos, y se rediseñarán los parterres, eliminando los setos deteriorados. Además, se renovará el mobiliario urbano con bancos de fundición, pérgolas inspiradas en antiguos quioscos de música y fuentes de agua potable.
La reforma incluye la mejora del alumbrado monumental del Ayuntamiento de Sevilla y del monumento en honor al rey santo Fernando III de Castilla, así como la reordenación de la movilidad: la carga y descarga se trasladará a la calle Madrid, se mantendrá la parada de taxis actual, se habilitará espacio para motos y bicicletas, y se eliminará uno de los apeaderos del tranvía.
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