El patrimonio, la huella y el recuerdo de la Exposición Universal de 1992, se diluye. La preocupación sobre el deterioro de algunos elementos míticos y claves de este momento de la historia de Sevilla sigue muy presente en asociaciones como Legado Expo que ha manifestado su «profunda preocupación» por el destino de la emblemática réplica del cohete Ariane-4, la maqueta del satélite Hispasat o la antena que aún sobreviven en la Cartuja.
Desde la Asociación se insta a que sean declarados bienes patrimoniales directamente protegidos, evitando su deterioro o sustitución, como ya se advirtió ante la recalificación del Canal de los Descubrimientos, para el cambio de usos acordado entre el Consistorio y la Junta, para que el antiguo Canal de la Expo 92 admita actividades terciarias.
Mantener la memoria colectiva
«No hay en el proyecto mención alguna sobre la altura y posición de los nuevos edificios que se prevean levantar”. Por ello, la asociación asegura estar inquieta ante que estas actuaciones puedan “desvirtuar la visión histórica de los arcos de la Plaza del Futuro -especialmente vista desde la calle Torneo-, rompiendo su coherencia arquitectónica y paisajística”. Por otro lado, el colectivo avisa de que “los Jardines del Guadalquivir y el entorno del Canal presentan un grave déficit de mantenimiento».
Para los amantes de la huella del 92, «no basta con recuperar» estos elementos, sino que requieren de «un plan continuo y eficaz para su conservación, alejándose del estado actual de abandono reiteradamente denunciado». Asimiso, «la discoteca que ocupa la vía pública durante los fines de semana es un ejemplo de los tipos de usos que no encajan con el respeto que exige un entorno histórico y cultural». En lugar de perpetuar este tipo de actividades, Legado Expo propone su eliminación y sustitución por usos compatibles con la memoria colectiva de Expo 92.