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Los agricultores cordobeses reparten aceite y tiran trigo y naranjas en una concentración por la supervivencia del campo

Convocados por las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-Alimentarias de Córdoba, centenares de agricultores se han concentrado este miércoles en el Bulevar del Gran Capitán, en la capital cordobesa, bajo el lema de ‘Por la supervivencia del campo’, escenificando su protesta con una representación teatral, el reparto de aceite y tirando trigo y naranjas.

Con esta acción reivindicativa, según han explicado el presidente de Asaja Córdoba, Fernando Adell; el presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta; la secretaria general de COAG Córdoba, Carmen Quintero, y el secretario general de UPA Córdoba, Francisco Moreno, demandan «otra PAC que responda a las necesidades del sector» agrario, «precios justos en el trigo y el aceite de oliva» para el agricultor y «una nueva política de gestión del agua».

También ha exigido los concentrados «igualdad de condiciones en las relaciones comerciales con terceros países», ajenos a la Unión Europea (UE) y que no cumplen los requisitos que sí que se exigen a los agricultores europeos, por lo que se hace necesaria la aplicación de «cláusulas espejo».

En materia de mano de obra, las organizaciones agrarias convocantes de la concentración reclaman «políticas que primen el empleo» y, fundamentalmente, «adaptar la legislación laboral a la realidad del campo», considerando también algo básico «la reducción de la burocracia».

Todo ello, a juicio de los concentrados, es preciso para «la supervivencia del campo ante la actual situación», que es «muy compleja para todos los sectores productivos de Córdoba, debido a la falta de infraestructuras hidráulicas y de regadíos, a los altos costes de los ‘inputs’ necesarios para producir, a la falta de mano de obra, y a causa de los mayores requisitos laborales».

En cuanto a la PAC, no están de acuerdo con «una reforma que exige más con menos recursos y que castiga a la agricultura y ganadería más productivas», mientras adolece de «reciprocidad con las importaciones», a lo que se une, en el ámbito nacional, «una Ley de la Cadena Alimentaria que no soluciona los problemas del sector».

En definitiva, el motivo de la protesta de este miércoles, según han subrayado desde las organizaciones agrarias convocantes, es «la defensa del sector primario», que es «fundamental para el desarrollo de las zonas rurales», exigiendo para ello a las distintas administraciones «un apoyo firme a todos los niveles», mediante la articulación de «medidas fiscales, económicas, legislativas y políticas para proteger la producción de alimentos en la provincia».

Al respecto, han apuntado que se trata de «una actividad cuyo futuro está en peligro por la escasa e incluso nula rentabilidad que obtenemos los productores», de ahí que hayan exigido «dignificar el papel que desempeñan los agricultores y ganaderos», que proporcionan «alimentos sanos y de calidad a toda la sociedad», que garantizan «la supervivencia del mundo rural» y que contribuyen, «de forma decisiva, a la sostenibilidad» del campo, a la vez que mitigan «el cambio climático, al ser sumideros netos de CO2».

Cadena alimentaria y agua

De forma más concreta, las organizaciones agrarias han afirmado que «es imposible que la Ley de la Cadena Alimentaria funcione sin que se prohíban las importaciones con menores exigencias que a los productos comunitarios», y «el Ministerio debe fijar los precios mínimos de los productos, debiendo indemnizar por el valor de los productos en caso de no alcanzarse dichos precios mínimos».

Junto a ello, «el Gobierno debe apostar de forma decidida por una nueva política hidráulica y con inversiones en infraestructuras», después de que «en estos últimos años hemos vivido una situación muy compleja debido al déficit hídrico por la falta de lluvias, la mala gestión de los recursos hídricos en las distintas cuencas y la falta de inversiones en infraestructuras durante décadas, que impide que, cuando llueve, esa agua pueda ser almacenada para usarla en épocas de escasez».

Como dato, han expuesto que «aunque las lluvias del último año han mejorado la situación, no podemos olvidar lo que ha pasado y los agravios históricos con la provincia», dado que «Córdoba es la provincia de la cuenca del Guadalquivir que más agua almacena (un 49,55%) y la que menos riegos tiene (sólo un 16,83%)», a la vez que «es la provincia que menos porcentaje de olivar en riego tiene en esta cuenca (sólo un 14,39%) a pesar de ser la segunda en superficie de olivar».

En este contexto, han exigido «garantías en el acceso al agua, aumento de los regadíos en Córdoba, inversiones en infraestructuras y un reparto equitativo de los recursos hídricos entre los territorios españoles, que no implica quitar agua a nadie, sino la elaboración de un Plan Hidrológico Nacional», entre otros aspectos.

Reglas comunes y mano de obra

También han reclamado «impulsar las cláusulas espejo en los acuerdos comerciales firmados por la UE», con el fin de «competir con nuestros productos en los mercados internacionales con las mismas reglas de juego que los productos extracomunitarios en materia ambiental y social, garantizando así la competitividad de los agricultores y la salud de los consumidores».

Junto a ello, «hay que asegurar un control efectivo y un respeto real de las importaciones con las normas comunitarias», tras observar que «en muchas ocasiones no se respetan los contingentes acordados, ni se activan los mecanismos necesarios cuando se detectan alertas sanitarias en frontera».

Además, han pedido «soluciones a la falta de mano de obra», con «una reforma laboral adaptada a la realidad de la actividad agrícola y ganadera», avisando de que «la falta de mano de obra es uno de los principales problemas del campo», razón por al que piden «un análisis de cómo evitar que haya muchas personas inscritas como desempleadas y, sin embargo, haya importantes necesidades de mano de obra que no pueden cubrirse», siendo también necesario el «facilitar la autorización de contingentes de trabajadores extranjeros».

En relación a la normativa laboral, han indicado que «debe contemplar las particularidades del empleo agrario, que es de carácter temporal, porque las campañas son limitadas en el tiempo, pero eso no significa precariedad laboral».

De igual forma, han solicitado «la eliminación de burocracia y simplificación real de la PAC», porque «la agricultura y la ganadería ya están a la vanguardia en métodos respetuosos con el medio ambiente, como son la producción integrada, la ecológica, el control biológico de plagas o la mejora de semillas que requieren menos tratamientos», pero «el exceso de burocracia injustificado que traen las normativas de la PAC asfixia a los agricultores y ganaderos, que deben estar más centrados en tareas administrativas que en producir alimentos».

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