El tiempo:
101TV

Los hoteles cápsula se consolidan en Málaga: ¿turismo accesible o precarización?

En pleno mes de julio, con la ciudad desbordada de visitantes, encontrar alojamiento por debajo de 100 euros en el Centro de Málaga, igual que en otras muchas ciudades, es una misión prácticamente imposible. Esta realidad ha creado el caldo de cultivo perfecto para la expansión de un modelo importado: los hoteles cápsula, que prometen dormir en el corazón de Málaga por 35 euros.

El fenómeno no es nuevo en la ciudad, pero su proliferación refleja una transformación del sector turístico local, donde la demanda masiva ha disparado los precios hasta niveles que excluyen a amplios segmentos de viajeros. El establecimiento más reciente, Literal Hotel, inaugurado este julio en el barrio del Soho, ejemplifica perfectamente este modelo.

Los hoteles cápsula permiten dormir en pleno centro de Málaga por 35 euros con una propuesta que poco dista de una fórmula entre hostal y albergue

Situado frente al futuro MuCAC Mayoristas, dispone de 120 camas distribuidas en cápsulas individuales o dobles, agrupadas en habitaciones compartidas de 8 o 16 unidades con opciones femeninas o mixtas. Cada cabina cuenta con cierre tipo ‘store’, puntos de carga e iluminación propia, mientras que los servicios sanitarios permanecen en zonas comunes. La propuesta se completa con consignas, cocina compartida, recepción 24.00 horas y cafetería con barista profesional. Todo esto muy bien envuelto, pero que no dista demasiado de una fórmula a caballo entre hostal o albergue refinado.

Precios flexibles según la demanda

La política comercial revela la complejidad del modelo: mientras la tarifa básica arranca en 35 euros, los precios fluctúan según la demanda. Para el próximo fin de semana, las cápsulas parten de 45 euros, pero durante la Feria de Málaga oscilan entre 50 y 90 euros por noche. Esta elasticidad tarifaria demuestra que, pese a presentarse como alternativa low-cost, el modelo no escapa a las dinámicas del mercado turístico malagueño, adaptándose a los picos de demanda igual que los hoteles tradicionales.

Los primeros días de funcionamiento han registrado ocupaciones cercanas al 100%, con predominio de visitantes extranjeros habituados al turismo mochilero. El establecimiento ha logrado incluso atraer grupos organizados, como despedidas de solteras que alquilan habitaciones completas para mantener la cohesión grupal.

Esta diversificación del público objetivo sugiere que el modelo trasciende el nicho tradicional del backpacking, apelando a viajeros que priorizan ubicación y precio sobre privacidad y servicios personalizados. La promoción del establecimiento enfatiza el «menor impacto ambiental» de los espacios compartidos, destacando la optimización de recursos como iluminación, temperatura y humedad. Sin embargo, este discurso verde merece un análisis más profundo.

¿Sostenibilidad real o marketing verde?

Si bien la concentración de huéspedes en espacios reducidos puede generar eficiencias energéticas, la proliferación de este tipo de alojamientos podría intensificar la presión turística sobre el centro histórico, con consecuencias ambientales y sociales que contrarrestan los beneficios proclamados.

Málaga ya cuenta con varios hoteles cápsula distribuidos por el centro, La Trinidad, La Malagueta y Carretera de Cádiz. Esta dispersión territorial indica que el fenómeno ha superado la fase experimental, consolidándose como alternativa estructural en el mercado de alojamiento local. La multiplicación de estos establecimientos plantea interrogantes sobre la planificación urbana y la regulación del sector, especialmente en una ciudad que ya enfrenta desafíos significativos relacionados con la masificación turística.

Desde mochileros hasta despedidas de soltera: el modelo amplía su atractivo más allá del viajero tradicional low-cost

El éxito de los hoteles cápsula en Málaga podría interpretarse como síntoma de un mercado inmobiliario-turístico que ha perdido el equilibrio. Cuando dormir en el centro cuesta 100 euros, la demanda de alternativas extremas se dispara, creando oportunidades de negocio que, paradójicamente, pueden agravar los problemas que pretenden solucionar.

La verdadera cuestión no es si estos establecimientos son buenos o malos, sino qué revelan sobre el estado del turismo urbano en Málaga y si su proliferación contribuye a democratizar el acceso a la ciudad o, por el contrario, normaliza la precarización de la experiencia turística como única vía de accesibilidad económica.

Entre solución y síntoma de un mercado tensionado

La consolidación de los hoteles cápsula representa tanto una oportunidad como un desafío. Ofrecen una solución inmediata a la crisis de accesibilidad, pero su expansión descontrolada podría transformar el centro urbano en un espacio exclusivamente funcional, desprovisto de la diversidad que caracteriza a los barrios con vida propia.

El reto está en encontrar el punto de equilibrio entre accesibilidad turística, calidad urbana y sostenibilidad social, algo que requerirá tanto regulación pública como responsabilidad empresarial para evitar que la solución se convierta en parte del problema.

Más noticias de 101TV en las redes sociales: InstagramFacebookTik Tok o X. Puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo informativos@101tv.es

Otras noticias de interés

Las obras del tejado de la Catedral de Málaga terminarán a mitad del 2027

Laura Flores

Detenida una joven en Marbella por robar unas joyas que portaba la Virgen del Carmen

Ignacio Pérez

Diseñadores malagueños llevarán la moda flamenca a Molina Lario el 24 de julio

101 TV