Los trabajadores de la fábrica de cerámicas de La Cartuja Pickman viven con incertidumbre el anuncio de la empresa de la reapertura del concurso de acreedores y la entrada en fase de liquidación, presentada en un juzgado de Sevilla. La mítica fábrica de loza, con casi dos siglos de historia, está abocada a la desaparición, o a llevarse la marca lejos de la ciudad.
«Siento mucha pena que terminemos como estamos terminando. Es mi vida, llevo aquí desde que tenía 17 años, entré en 1979 en la fábrica original y para estar como estamos, es mejor que cierre, pero es muy doloroso», comentaba consternada Carmen Flores, una de las trabajadoras más veteranas.
Marca mundial
La empresa ha cambiado los candados de las instalaciones y no han permitido el acceso de los 32 trabajadores que han mantenido una asamblea a las puertas de la fábrica. José Hurtado, delegado sindical de los empleados y secretario general de Industria de CCOO, verbaliza el miedo de todos los integrantes de que la familia Zapata, propietaria de La Cartuja Pickman, se lleve la marca fuera de Sevilla. «La marca y los terrenos están fuera del concurso, porque los tiene otra empresa de la familia, la madrileña Nox Industrial. La marca de La Cartuja Pickman tiene una reputación mundial y es muy goloso llevársela, hacer loza en otros sitios y ponerle que es de La Cartuja, cuando no lo es», comenta Hurtado.
«Que llegue un empresario que de verdad crea en esta marca y aproveche la experiencia que tiene estos trabajadores, que invierta en maquinarias modernas»
De momento, los trabajadores están a la espera de las notificaciones pertinentes para conocer su futuro, «que no pinta nada bien, porque ni siquiera podremos cobrar las nóminas que se nos deben». Aun así, Hurtado cree que la fábrica es viable, «aunque haría falta un milagro, como todo está en manos de una sola familia es más sencillo negociar, que llegase un empresario que de verdad crea en esta marca y aproveche la experiencia que tiene estos trabajadores, que invierta en maquinarias modernas».
Erte
Hace poco más de un mes la empresa salió de un concurso de acreedores, con un convenio en el que se aceptaban una serie de quitas. Al salir de dicho concurso, hacienda ha ejecutado un embargo de las cuentas de la empresa por cerca de 800.000 euros, de los que tan solo ha bloqueado unos 8.000 al no haber más dinero en las cuentas, según fuentes de los trabajadores, y este embargo ha desembocado, «sorpresivamente en la reapertura del concurso y la petición de liquidación de un día para otro», comenta el líder sindical.
Los trabajadores estaban en un erte desde el pasado día 29 hasta el 15 de diciembre, para realizar una obras de mejoras en las instalaciones. Pero ahora todo está a expensas de las decisiones de los juzgados sobre la liquidación de la empresa, «nos tenemos que en pocos días el erte se convierta en un ere de extinción».
«Queremos trasladar a todas las administraciones el arraigo de esta empresa en la ciudad y en nuestra comunidad y que corre el riesgo de irse de nuestra tierra»
En la asamblea, los trabajadores han manifestado su voluntad de dar a conocer a toda la sociedad su situación y la de una marca tan emblemática para la ciudad de Sevilla como es La Cartuja Pickman, sin descartar cualquier tipo de movilización y/o encierro.
«Queremos trasladar a todas las administraciones, tanto locales como el Ayuntamiento de Sevilla, a regionales, como la Junta de Andalucía, el arraigo de esta empresa en la ciudad y en nuestra comunidad y que corre el riesgo de irse de nuestra tierra».
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