Está costando mucho identificar a los tres fugitivos kamikazes fallecidos en el accidente mortal que ha segado la vida de un subinspector malagueño de 48 años, aunque ya se sabe al menos dos de ellos pertenecen a una banda organizada de Europa del Este y tenían antecedentes. Un grupo criminal que estaba ‘fichado’ por la Policía Nacional en Málaga, y que había realizado como mínimo diez asaltos previos: «Estaban en nuestro punto de mira», señalan fuentes policiales.
Persecución trágica: tres atracadores y un policía mueren en Málaga tras el robo de una farmacia
Precisamente, en el último golpe que dieron en sus vidas no consiguieron nada más que prisa. Sin botín y con agentes de la Policía Local y Nacional pisando sus talones se metieron por el carril contrario de la hiperronda hasta que embistieron el vehículo y la vida de un policía que también murió el acto al producirse un impacto fortísimo que hizo arder los coches implicados.
El subinspector malagueño de la Policía Nacional fallecido a los 48 años deja viuda y dos hijos
De hecho, se produjo un incendio que calcinó el cuerpo de los tres fugados, por lo que las tareas de excarcelación primero y de primera examinación de los cadáveres no han sido fácil. Los cuerpos de los secuestradores estaban totalmente calcinados, aunque los agentes tenían controlado el vehículo con el que hacían sus robos mediante el método del alunizaje y luego salían huyendo.
Al menos, diez asaltos previos
Según apuntan fuentes policiales, estos asaltantes habían realizado, al menos, diez asaltos previos. En su modus operandi estaba el de robar antes en una estación de bomberos para hacerse con las herramientas que posteriormente utilizaban.
Sin embargo, esta vez no pudieron culminar su tarea criminal y cuando fueron avistados por la Policía Local de inmediato también saltaron las alarmas de la Policía Nacional, dos cuerpos que están muy coordinados entre sí, por lo que empezó una persecución que tuvo un trágico desenlace. Al parecer, los atracadores utilizaban un coche robado desde hace dos meses, ya que también se movían con anterioridad en un coche de mayor cilindrada.
Una vida a toda prisa y sorteando las barreras de la legalidad que se ha llevado por delante la vida de un policía que deja viuda y dos hijos. De la forma más cruel e injusta y poniendo el acento otra vez en la necesidad de que los ‘buenos’ tengan más recursos en su lucha contra los ‘malos’, que van rápido y no tienen miramientos por nada.