El sueño del Maracena duró hasta que el Valencia quiso. No es que el conjunto ché brillara sobre el césped de Los Cármenes, pero sí remarcó cuando fue necesario que ambos equipos pertenecen a universos distintos. El fútbol de barro de los azulillos les dio para competir, sobre todo en la primera parte, y plantear una batalla digna, pero en cuanto la fatiga abrió huecos, los de Corbalán dinamitaron al intrépido equipo maracenero. Hugo Duro, Dani Raba, Diego López, Luis Rioja y Danjuma prendieron los cartuchos, que fueron atomizando al cuadro granadino hasta hacerle despertar.
“¡Sí se puede!”, rompió el silencio la hinchada apenas el balón comenzó a rodar. No era un deseo, sino una convicción. Toda Maracena estaba en Los Cármenes y manifestaba la gesta, rebosante de ilusión. No había en la grada un rostro que no esbozara una sonrisa entusiasmada, ni una pupila que no brillara como si en su mirada se hubieran cruzado los Reyes Magos. Pero en el verde, todo era seriedad. Los de Vilaseca no habían llegado hasta allí solamente para vivir la fiesta, sino que les guiaba un latido ambicioso. Saltaron sobrios y serenos, por más que Otorbi intentara descoser a los azulillos a toda velocidad.
La idea maracenera era rebajar con ímpetu las diferencias en el pulso, mientras Corberán parecía haber encargado toneladas de paciencia para inyectar en sus pupilos. El paso de los minutos fue entregando el dominio del esférico al Valencia, pero los azulillos salían en estampida en cuanto veían pista libre. Combinó David Romero con Falín, que descargó con la testa para la incursión de Osuna. El ariete no impactó cuando tuvo la oportunidad y se entretuvo hasta sacar un remate forzado, sin problemas para Dimitrievski. Corría ya Otorbi para montar el contragolpe, pero Maldonado, como si hubiera recibido clases de la parca, sacó la guadaña y rebañó con pulcritud.
El conjunto ché iba achuchando y a Dani Raba se le retorcía el colmillo. En un saque de esquina, suspiró David García, a lo que el respetable respondió con un sonoro “¡Maracena!”. Lo del césped era casi lo de menos, pero el Valencia crecía. Se acercaba desde la esquina hasta que Javi Guerra decidió probar algo nuevo. Rompió líneas con un pase espolvoreado con polvo de hadas y Hugo Duro retó con la mirada a David García. Apretó raudo el gatillo, pero la bala no fue a la diana. Se deslizó Otorbi, escurridizo, hasta ponerla atrás. No la cazó Raba, pero sí Jesús Vázquez, con más potencia que cálculo.
Empezaba el Maracena a no tener un respiro, por más que los más pequeños del municipio no dejaran de alentar. Ortorbi, tan incisivo como tenaz, volvió a la carga a todo gas para servir el gol atrás. Palmeó David García y Jesús Vázquez, de nuevo, intentó encauzar. Se le iba fuera, pero Hugo Duro, junto al poste, intentó enderezarlo, igualmente sin atino. Después fue André Almeida quien soltó el latigazo raso, ligeramente desviado. Suspiraron aliviados los azulillos. Seguían coleando al descanso.
Goleada tras el descanso
Cambiaron de campo y la cosa siguió por los derroteros en que se había metido antes del paso por los vestuarios. Otorbi corría y su Valencia disparaba sin atino. Descargó a la media luna para que Javi Guerra ajustara la mirilla, pero se ve que apuntó a las nubes. Quien sí acertó después fue Hugo Duro. Se escapó Santamaría como el mismísimo Correcaminos y André Almeida, que pareció tener ojos en la nuca, habilitó el movimiento. Se vio ante David García, pero entregó el tanto al ariete, que esta vez no falló. El chasco sonó a mutismo momentáneo.
Se quiso reponer el Maracena, pero la fractura fue grave. Intentó dar un paso al frente para equilibrar las fuerzas de nuevo, pero a poco que lo hizo, el Valencia atacó con alevosía. Se escabulló Dani Raba con visión de túnel y se citó en la intimidad con David García. El arquero trató de mantener la compostura, pero el ex del Granada lo dejó sentado en un giro de cadera. Casi se vio desmenuzarse el sueño maracenero como si hubiera sido víctima del chasquido de Thanos.
Vilaseca agitó el árbol con un carrusel de relevos, pero su equipo ya había entrado en descomposición. Salió al toque de corneta Hugo Duro y, aunque Rafael Cámara lo tumbó en un envite, Dani Raba alargó la galopada para que Danjuma pisara área. Generoso, descargó sobre Diego López, que redondeó el resultado. Luis Rioja, que entró para reemplazar al dolorido ariete, puso la puntilla y Danjuma, que estaba adelantado, se ensañó. Era lo que, sobre el papel, cabía esperar, aunque los azulillos se esmeraron en resistir. No rubricaron la epopeya, pero vivieron una noche que jamás olvidarán.
Ficha técnica:
UD Maracena: David García; Juanjo González, Salvatierra, Maldonado (Kiki, 49’), Rubén Alarcón; Falín, Adrián Marfil (Rafael Cámara, 65’), Jesús Sabaca, David Romero (Marcley, 65’); Rubén Osuna (David Reinoso, 77’) y Raúl Fernández (Lester, 65’).
Valencia CF: Dimitrievski; Rubén Iranzo, Alejandro Panach (Marc Jurado, 87’), Cömert, Jesús Vázquez; Santamaría (Lucas Núñez, 69’), Javi Guerra (Danjuma, 61’); David Otorbi (Diego López, 61’), Dani Raba, André Almeida; y Hugo Duro (Luis Rioja, 69’).
Goles: 0-1: Hugo Duro, min. 55; 0-2: Dani Raba, min. 60; 0-3: Diego López, min. 67; 0-4: Luis Rioja; 0-5: Danjuma, min. 80.
Árbitro: Francisco José Hernández Maeso, del comité extremeño. Amonestó al local Rafael Cámara.
Incidencias: encuentro correspondiente a la primera ronda de la Copa del Rey, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 8.558 espectadores.