El Ayuntamiento de Marbella ha finalizado las obras de remodelación del Faro y su entorno, que ya se encuentra abierto al público, convirtiéndose en un nuevo enclave de referencia que conecta el paseo marítimo con el centro.
La alcaldesa, Ángeles Muñoz, ha destacado que «con esta intervención no solo recuperamos un lugar simbólico, sino que lo integramos plenamente en la vida urbana, abriendo una puerta más entre el mar y la localidad».
Ha subrayado que «la actuación refleja el modelo de ciudad por el que apostamos, más amable, funcional y pensado para las personas», al tiempo que ha resaltado que «hemos convertido un recinto icónico, anteriormente cerrado y degradado, en un espacio moderno, accesible y destinado al disfrute de vecinos y visitantes».
El proyecto ha incluido la rehabilitación del edificio principal de 274,7 metros cuadrados para uso de delegaciones municipales, así como de la edificación anexa de 101,18 metros cuadrados, que alberga ya un Aula del Mar, según han señalado desde el Ayuntamiento en un comunicado.
Un espacio de ocio y naturaleza
Además, han precisado que se ha acondicionado un espacio al aire libre de 1.687,38 metros cuadrados con zonas ajardinadas, pérgolas para sombra, láminas de agua, fuentes para beber y una ornamental y un conjunto de 18 farolas que iluminan y delimitan las áreas de estancia y tránsito.
Muñoz ha puesto de manifiesto que «es una transformación que ha devuelto la dignidad a un punto que estaba abandonado, vallado y cerrado en pleno corazón del paseo marítimo» y ha añadido que «ya se puede caminar libremente por las inmediaciones del Faro y disfrutar de un paseo moderno, accesible y con equipamientos diseñados para el descanso».
Además, la regidora ha incidido en que «es una iniciativa que refleja nuestra apuesta por la regeneración de espacios públicos emblemáticos, reforzando el vínculo entre la ciudad y su frente litoral».
El concejal de obras, Diego López, ha detallado que se ha actuado sobre una superficie total de 2.266 metros cuadrados, incluyendo los 202 metros del propio faro, que queda delimitado por una parcela independiente con acceso individual desde la calle.
«Todo el interior ha sido impermeabilizado para corregir los problemas de humedad detectados al inicio de la intervención, y se ha sustituido la solería exterior por un pavimento más resistente que permite la entrada de vehículos pesados para el mantenimiento de la jardinería», ha explicado.
Asimismo, ha recordado que «se modificó el proyecto inicial para incorporar especies arbóreas de mayor porte, lo que supuso un reto técnico adicional, pero que ha enriquecido el resultado final y refuerza la vocación verde del espacio».