El nuevo fichaje del Málaga CF, Javi Montero, es un central con proyección y nivel para un proyecto serio en Segunda División, pero al que le ha faltado continuidad para asentarse en sus equipos. Con 26 años es lo que buscará en el conjunto de la Costa del Sol, pero deberá ganárselo pues, de momento, solo tiene firmado un año ampliable a otro año más opcional.
Montero salió de la cantera del Atlético de Madrid, donde llegó a debutar en el primer equipo. Simeone le hizo debutar en Copa del Rey en la 2018-19 y encadenó varios partidos seguidos jugando, incluido algunos de Champions League. Eso le puso en el escaparate de la sub-21 y recibió la llamada de Luis de la Fuente, ahora en la absoluta.
El Málaga CF anuncia el fichaje de Javi Montero como agente libre
Al año siguiente salió cedido a Segunda División, concretamente al RC Deportivo de la Coruña. Con los gallegos fue titular y se cruzó con un Málaga que era rival directo por la permanencia. Acabó descendiendo con el equipo de Riazor y el Málaga salvó la categoría.
Volvió a salir cedido el curso 20-21, en este caso al Besitkas turco. Allí no jugó tanto, pero convenció en el verde y el conjunto de Turquía pagó un traspaso por él para hacerse con la mitad de los derechos del futbolista. En el Besitkas tampoco tuvo la regularidad que buscaba y encadenó dos cesiones (Hamburgo y Arouca). Seguía sin aclimatarse el jugador fuera de España y por eso rescindió su contrato para llegar al Racing de Santander.
Lío con José Alberto López
Con los cántabros se instauró como el jefe de la defensa, pero su mala relación con José Alberto dinamitó su participación con el equipo. Era un secreto a voces en Santander que el jugador iba a salir del Racing por sus diferencias irreconciliables con el entrenador, precisamente el exmalaguista José Alberto López. En junio, cuando el Racing fue eliminado de los ‘play off’ de ascenso, la novia de Montero, Marta Bermúdez, escribió en redes sociales que «a una mala persona jamás le saldrán bien las cosas. Te lo mereces por traidor, mentiroso, falso, inepto…». Aunque Bermúdez lo borró enseguida, el caso llamó la atención de toda la prensa deportiva y rompió por completo las relaciones entre técnico y jugador.