Los noventa fueron una época de libertad creativa en España, dieron para mucho. Entre otras cosas hasta para que el ‘bakalao’ de Chimo Bayo derivara en ‘rumbakalao’, el género que inventó Azuquita uniendo una canción sensacional del techno como ‘Así me gusta a mí’ con un estilo rumbero. El artista valenciano, cuyo nombre original era Pedro Bermúdez, ha fallecido a los 47 años en Palma de Mallorca.
Azuquita formaba parte en la actualidad de los Rumba Kings y en Baleares seguía siendo un músico conocido, actuando en el circuito local con su formación. Muere así una artista que dio un toque de humor y felicidad en los años noventa con su versión de Chimo Bayo con un estilo flamenquito, alegre y colorido que se coló en seguida en televisiones y radios nacionales.
El toque auténtico de Azuquita
Su irrupción con el ‘Así me gusta a mí’ al estilo rumbero fue en 1993, una versión que fue su entrada en el mundo del espectáculo y que le permitió publicar tres discos seguidos ‘Rumbakalao’ (1994), ‘Escucha que te digo’ (1995) y ‘Sinelokalo’ (1997). Algunas de sus versiones como la que hizo de ‘Gangsta’s Paradise con su traducción de ‘Rejas de cristal’ son algunos de esos puntos auténticos que tenía su música.
No estuvo en el primer circuito y tuvo que buscar su permanencia en la música a través de un público más alternativo que conectaba con ese toque humorístico, divertido, rumbero y cañí que aportaba. Siempre con mucho ritmo y baile, sin olvidar cómo el ‘Así me gusta a mí’ y el «sacatunquepen que tun que pan» fue lo que le llevó a crear una carrera musical juntando dos cosas muy españolas como la rumba flamenca y el bakalao, dos géneros puramente ibéricos que definieron ese momento creativo de los noventa como tantas otras músicas.